El hombre que practica. La diferencia entre el primer y el segundo nivel

Uno de los principales problemas del principiante es que no se centra en el más próximo que puede lograr. Él se queda en la expectativa de que todo se aclarará sólo y que todo vendrá por sí mismo. Como resultado, no sólo no avanza, sino detrás de la nueva apariencia está cementando los problemas antiguos y de hacho se mueve hacia atrás. Después de algún tiempo, cuando ya ha aprendido un conjunto necesario de ejercicios y ha pasado un tiempo en condiciones diferentes, empieza a considerarse a sí mismo “avanzado”. Pero, ¿es este un logro tan especial? ¿Existe una profundización real o es simplemente una sustitución de una forma externa con otra, mientras que lo interior se mantiene igual y a veces empeora?

Este es un rasgo distintivo entre las personas en el primero y segundo nivel, que de hecho, determina su avance y comprensión. Y si la comprensión no se desarrolla, a continuación, todas las acciones tienen un carácter de colección, composición, pero no de realización y ni hablar de vivencia. El primer nivel no puede proporcionar ni consistencia, ni verdadera capacidad de concentrarse en las tareas, por lo tanto, la fórmula del desarrollo podrá sólo ser aceptada, pero no puede ser entendida. En el primer nivel, todos lo hacemos formalmente, mientras que en el segundo nos alejamos de la formalidad.

En el primer nivel la conciencia trabaja más para memorizar, acumulando un cierto volumen de cosas. En esta etapa, uno es un coleccionista de algo y por supuesto, no sólo no puede determinar lo que hace, pero lo más importante, tampoco puede sentirlo, porque para él es sólo un proceso de reacción. Y su existencia no es diferente de su modo de vida de siempre, excepto por el hecho de que se crean algunas condiciones previas para el cambio.

El error más grande y más común (que en el mundo de hoy, incluso es un error inevitable), es que ya en el primer nivel la gente considera que está haciendo algo. Curiosamente, sólo a los que están en el segundo nivel se les puede explicar que todavía no han comenzado a hacer cualquier cosa, porque los que están en el primer nivel están convencidos de que están practicando desde hace mucho tiempo. Pero cualquier cosa que la gente hace estando en el primer nivel, lo hacen desde la posición de su propio punto de vista, de su experiencia anterior y no desde el punto de vista de la comprensión de la Práctica.

Sólo adquiriendo nueva experiencia en la Práctica, ellos pueden ver todo desde una nueva perspectiva y de hecho, esto es lo que distingue el segundo nivel del primer. El ego de la persona está tan inconsciente y fuera de control, que le impone identificarse con las cualidades que tiene de nacimiento y que probablemente ha fortalecido a lo largo de su vida. Lo más peligroso para los principiantes es que miden todo a través del tiempo y la reacción a lo que se ve o a lo que se hace. Esto les impide escuchar y entender realmente lo que pertenece al espacio o al ritmo.

Un simple ejemplo: la Práctica real, el verdadero desarrollo comienza sólo cuando se logra la armonía interior. ¿Cuál es la verdadera armonía? Esto es cuando uno ha creado las condiciones para una existencia proporcional de su energía y está en contacto con ella, así que por lo menos su cerebro se alimenta constantemente y está en reposo. Pregunta: ¿Ha llegado a tal estado? Esto significaría que sus condiciones de existencia y funcionamiento de la conciencia han cambiado y que el cambio es físico.

Esta es la diferencia entre el primer y el segundo nivel. Es decir, hasta que las condiciones para el aumento de la capacidad no están formadas, estamos obligados a gastar lo disponible. Y esto no es la Práctica. En el segundo nivel, tenemos que entender que todo lo que hemos hecho antes, por diversas razones, lo que hemos hecho formalmente.

Y una de las razones principales es que simplemente no podíamos hacerlo de otra manera. El hombre estando en el primer nivel no tanto que no quiere, sino que simplemente no puede admitir sus imperfecciones (incluso si está de acuerdo o declara lo mismo). Y, lo más importante, no puede comparar su condición con la que podría tener. Él carece no sólo una referencia interna, pero tampoco tiene una referencia externa.

Él no puede ver, experimentar y analizar el estado de una otra persona que haya alcanzado tal condición. Pero en su alrededor hay muchas cosas exteriores en las que él naturalmente encuentra apoyo, ya que forma parte del subdesarrollo exterior. Debido al hecho de que su conciencia no está centrada, no está en condiciones de fortalecerse a sí misma, no tiene el poder para hacerlo. Y cuando uno llega al segundo nivel, la primera tarea es llevar a su mente a la comprensión.

El segundo nivel implica la comprensión de las cosas sobre las que necesita trabajar y lo más importante, la comprensión del valor y la importancia de este trabajo. Uno se da cuenta de lo “esotérico” que fue todo su trabajo previo, debido que no tuvo ni siquiera la herramienta para la comprensión de lo que está haciendo. Debo decir que muchas personas, sin pasar realmente al segundo nivel, ejerciéndose 5-7 años y decidiendo que ya son profesionales (o por alguna otra razón), empiezan a enseñar a otros, pero en realidad no están enseñando, están tratando de demostrar que saben.

Entonces ¿Cómo distinguir si está en el segundo nivel, o no? Muy simple. El segundo nivel es trabajo con el esfuerzo. Para ello, es necesario tener como mínimo formado “el contenedor”, es decir, la proporción y una conciencia que puede enfocar y mantener las tareas que se les asignan.

Tomemos, por ejemplo, la situación: el hombre se sienta en un cojín de meditación para hacer ejercicio. ¿Con que se enfrenta? Con el hecho de que ocupa una posición que le resulta cómoda o que le parece correcta. En esta situación, no basta que el cuerpo no le permita sentarse correctamente, pero además él aún no entiende cómo desarrollarse a sí mismo, para corregirse y con el tiempo tomar una posición más correcta. La posición no le permite mantener la tarea y la mente no tiene poder para trabajar con el esfuerzo en esta tarea.

La diferencia entre el primer y el segundo nivel es que al estar en el primer nivel, uno está constantemente buscando y encontrando una excitación externa, mientras que en el segundo está en un estado de excitación interna. En el segundo nivel lo más importante es no dejarse caer de nuevo en el primer nivel, ya que objetivamente ha aumentado su frecuencia, pero puede volver fácilmente para tras y todas las formas anteriores de interacción con la sociedad son muy peligrosas, porque reducen la frecuencia.

De hecho, en el segundo nivel comienza la lucha por la calidad interior. Uno ha cambiado la percepción no sólo de sí mismo, sino también de la gente que le rodea y lo más importante, cambian sus necesidades. El segundo nivel significa que tiene que vencerse a sí mismo. Si en el primer nivel uno les da la culpa a todos, excepto a sí mismo, en el segundo nivel responsable de todo es él. Si continúa la búsqueda de culpables o piensa que no tiene algo o que algo va mal por culpa de otros, entonces todavía está muy lejos del segundo nivel.

Generalmente, el primer nivel se distingue del segundo, por el hecho que en el primer nivel uno va por la vida sin entender el esfuerzo que le hace caminar. ¿Quién piensa por qué razón camina? ¿Cómo se mueve? ¡Su cuerpo está inconsciente! Se produce algún esfuerzo que le hace caminar, pero él no lo controla. Y al entender el esfuerzo de la caminata, uno puede controlar su movimiento. Este ya es el segundo nivel.

Acérquense a alguien en la calle y pregúntenle: “¿Al caminar, siente los pies?”. Le considerara un loco o idiota, pero para mí, una persona que camina y no entiende las leyes por las que camina, no pertenece a sí misma. El hecho de que sus manos se cuelgan como unos espaguetis no significa que él es un ser humano. Para mí, si no siento la medida de la mano, es como si la mano no está. Pero todos viven sin darse cuenta de que la mano tiene una medida. Pregunten a cualquier persona: “¿Conoce la medida de sus manos?”. Por supuesto, si preguntan alguien en Jamaica, le va a decir: “¡Ye-ee, man!”. Pero es probablemente el único lugar en la Tierra donde la gente entiende la medida o al menos viven en acuerdo con el ritmo de la respiración, que los llena. Bueno, es así, sin definiciones.

Aquí lo importante es la comprensión y el segundo nivel proporciona la comprensión de las medidas, las medidas de todo. Uno comprende el apoyo de su habla, incluso si habla solo. Hay que ser capaz de escucharse a sí mismo. ¡Nunca aprenderá a escuchar a los demás, si no aprende a escucharse a sí mismo! A veces no escucho lo que me dicen o detengo la conversación, porque me doy cuenta que las palabras no pertenecen a la persona que las dice. ¿Por qué debería escuchar a alguien que no entiende de dónde llega este flujo verbal y ni siquiera se escucha a sí mismo?

Pero, por supuesto, lo más importante es sentir la medida del movimiento, ya que establece la circulación de la energía. Les puedo decir aún más: hay medida de la respiración, medida de la felicidad, medida de cualquier cualidad, así que tenemos que ser capaces de evaluar, para aprender a cultivar. Para ello, se necesita pasar al segundo nivel de existencia en el que uno realmente trabaja consigo mismo. O más bien, en el que está listo para trabajar consigo mismo. Al iniciar este trabajo, se cambian todos los conceptos.

Consideremos, por ejemplo, algo como el amor. En el mundo actual, la gente no puede amar, al menos, por la sencilla razón de que han perdido una medida de la respiración, la medida de la existencia y todo lo que hablan del amor, es una mentira. ¡Porque no tienen medida del amor! Y si no hay medida, no hay capacidad para cultivar. Y si uno no sabe cómo cultivar el amor, entonces no hay amor, sino una reacción. El amor es una cualidad individual de la persona y cuál es la causa de expresarla es una consecuencia. Lo importante es que seamos capaces de cultivar las cualidades que valoramos.

Lo más importante es que estando en el segundo nivel uno tiene que aprender por sí mismo a buscar la medida en todo, para poder aumentar la fuerza y el entendimiento. Y hay que trabajar y trabajar hasta llegar al punto de no retorno, cuando se alcanza un nivel de vibración, que ya no se reduce.

No podemos ser mejor, no podemos estar más felices, no podemos tener más, sin cambiarnos a nosotros mismos. Por ejemplo, si uno desea mejorar algunos de sus parámetros, debe fortalecer su energía.

Es muy peligroso pensar que con sólo querer algo, lo harás. Hay que aprender y ser capaz, mientras que el deseo es nada más una reacción a la incapacidad. Créanme, he visto decenas de miles de gente que se entrena y que se queda en las mismas condiciones que tenían desde su nacimiento, con la excepción de aquellos que han pasado a formar parte de un proceso ajeno y siguen estando en él inconscientemente. Si algo en su vida no le gusta, si quiere mejorarla, tiene que cambiar su destino. Cambie el destino y ya está...

El segundo nivel es el comienzo, es incómodo, porque sabemos qué hacer. Por lo general, uno se ha preparado, pero todavía no es natural. En términos generales, cuando vivía inconscientemente, no prestaba atención al hecho de que “¡soy una bolsa con desechos!” y ahora se da cuenta: “¡soy una bolsa con desechos!”. Es incómodo... Cuando una persona vive en la basura, no se da cuenta en qué condiciones vive, pero al salir de allí, entiende dónde vive, sin embargo todavía no ha aprendido a vivir fuera de la basura.

Al entrenarse en el segundo nivel, debe guiarse no sólo por la fórmula: “Si no sé qué hacer, necesito saber qué hacer, cuando no sé qué hacer.” Tiene que mantener el control sobre la tarea. La tarea es el primer nivel de esfuerzo.

Lo primero en el arte del conocimiento es materializar la tarea, es lograr a escapar de la prisa y de la espera. En el primer nivel todos están en la espera, por eso sufren. Hasta que no esté presente el esfuerzo que podrá cambiar la frecuencia, uno permanece en el primer nivel y tal vez más abajo.

 

Preguntas y respuestas

A fin de comprender la medida del movimiento nos podemos basar en la geometría y la proporción, pero ¿de qué manera se pudiera aprender a entender la medida de los sentimientos?
Se necesita conocer la medida del órgano que produce el sentimiento.

¿Cómo cambia la percepción del tiempo en el segundo nivel? ¿No le parece al practicante que el tiempo corre más lento, debido a la gran cantidad de “acontecimientos internos”?
En realidad, hay un reordenamiento hacía las características espaciales y la transición a la independencia de los procesos temporales.

 

23 marzo 2012

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