El cinturón
La Medida del espacio para la gente antigua tenía un determinado significado: se expresaba en la idea de la oscilación del este mismo espacio. Es decir, es lo que hoy en día llamamos “energía”. Una medida de la oscilación es igual al codo. Esta medida se determinaba por nuestros parámetros temporales.
De hecho, el codo determina la medición de la oscilación y dos codos, todo el proceso de oscilar, cuando ha llegado a su máximum y se ha amortiguado. Y lo que es interesante: precisamente este círculo está relacionado con la idea de la separación del cuerpo en parte superior e inferior, pasando a través de la cintura. De esta manera, dos codos son cierta unidad convencional de separación, entrelazamiento, etc. La fijación de esta medida al principio fue determinada por el nudo y luego obtuvimos la hebilla que tuvo no menos importancia en la historia que el cinturón mismo.
El tamaño del cinturón o la medida, tenía su personificación física, convirtiéndose en la primera arma que permitía abordar físicamente distancias bastante lejanas. Por ejemplo, el tiro con honda.
En realidad, el cinturón y el concepto de la medición prácticamente surgieron casi simultáneamente en el Antiguo Egipto. Podemos decir que el cinturón es aquello que posteriormente creó la unidad de medición “metro”. El uso del mismo codo o incluso el doble codo, era muy difundido y este hecho nos muestra el modo específico de la gente antigua de ver la medida.
Lo primero que fijaba el cinturón, era el delantal o taparrabos, conocido como shenti. Sin embargo, el cinturón también determinaba la conexión del ser humano con el espíritu, que, según la gente antigua, estaba en la parte baja del abdomen.
La zona misma se ataba con un nudo en la cintura, posteriormente fue sustituido por la hebilla. En la Antigua Roma, el cinturón llegó a ser elemento de la vestimenta y empezó a ser parte de la indumentaria. En general, la idea de la fijación del cinturón no es menos importante que el objeto mismo. El nudo y la hebilla juegan un papel específico y con el paso del tiempo su significado ha cambiado desde el sagrado hasta el puramente estético.
La hebilla es un atributo muy simbólico. No sólo sirve para sujetar el cinturón, sino que también posee un determinado sentido sagrado. La posición de la hebilla bajo el ombligo, su conexión con la vitalidad, determinaba una actitud específica hacia su elección. El enfoque más serio hacia la hebilla vemos en los celtas que daban más significado al proceso de la elaboración de este objeto.
Sin embargo, tanto en los egipcios, como en los sumerios, como también en los chinos y prácticamente en todos los pueblos antiguos, podemos ver la actitud específica hacia ese detalle del cinturón. El abrochamiento a la cintura de distintos tipos de accesorios de costumbre y militares, subió la importancia del cinturón hasta llegar a percibirlo como elemento principal del vestido, cuando llevaban el cinturón como objeto al que se puede sujetar gran cantidad de todo lo necesario.
También cabe subrayar el uso del cinturón como parte del signo distintivo, cuando empezaron a fijar la bandolera lo que lo convirtió en un símbolo imprescindible para el estatus social. Y a pesar de que hoy en día, el cinturón lleva más la idea de acentuación de los pantalones, sigue jugando el papel más importante para el cuerpo de la gente y en este caso, no es de menos importancia no tanto la calidad del cinturón, como también la historia de su elaboración.
De todos modos, debemos percibir el cinturón como mínimo, como un atributo importante para la imagen de la persona. Y junto con la hebilla, puede expresar una determinada composición geométrica, al que a menudo se añaden elementos decorativos del ornamento.
Y aunque, en la actualidad el cinturón se considera básicamente como objeto cuya tarea es sujetar el pantalón, en realidad mucha gente lo usa como accesorio, decoración y no debido a la necesidad de sujetar algo. Algo similar hacían también los celtas, poniendo el cinto sobre el traje o el vestido, puesto que en ese lugar se realizaba la tarea importante del mantenimiento de la circulación de la energía entre el tejido y el vestido. Es decir, como si la ropa ciñera los celtas.
Tal vez los celtas lo adoptaron de la cultura de la antigua China, donde tenían planteada la misma tarea, los chinos ceñían la bata. Pero, en realidad todos los pueblos antiguos que vivían en condiciones climáticos difíciles (especialmente los que llevaban una vida nómada), usaban el cinturón como un cierre que unía el cuerpo y la ropa.
También es muy cómodo el uso del cinturón en la forma de alforja y en la actualidad, como un lugar donde sujetar la funda del celular, lo que permite facilitar los movimientos de la persona, sin hacerla rebuscar en los bolsillos.
El cinturón jugó papel interesante también en los pueblos eslavos, siendo, de hecho, objeto de defensa, o aquello que protege la vitalidad. Aquí el cinto es, en general, como una unidad independiente de la indumentaria. Al principio, se ataba en un determinado nudo y, posteriormente sustituyeron a este nudo con la hebilla.
En general, el cinturón siempre ha ocupado una posición intermedia, siendo parte de la ropa y al mismo tiempo objeto de poder. Especialmente podemos observar esto en los pueblos militantes que como si fortalecieran su masculinidad a través del cinturón, a semejanza del jubón español o el pourpoint francés.
Y no vale la pena hablar del significado en los artes marciales, donde juega casi el papel m’as importante. El hecho de que la gente está dispuesta a admirar a lo largo de toda su vida al cinturón de su Maestro sin tener la idea del Maestro mismo, nos habla del carácter sagrado de este objeto aparentemente sencillo.
De esta manera, se pueden escribir libros enteros sobre el cinturón, no desde el punto de vista de varios pueblos, sino que también desde la posición de su importancia tanto para los hombres, como para las mujeres. En realidad, el uso del cinturón que sustituyó, de hecho el corsé, creó cambios significativos no sólo en el estilo, sino que también en la fisiología de la mujer.
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Preguntas y Respuestas
“En realidad, el uso del cinturón que sustituyó, de hecho el corsé, creó cambios significativos no sólo en el estilo, sino que también en la fisiología de la mujer.” ¿Nos podría decir algo más sobre estos cambios y también cómo hoy en día la mujer puede usar el cinturón no sólo con propósitos de decoración y sujeción de la ropa?
Los cambios en la fisiología de la mujer fueron provocados no por el cinturón, sino por el modo de vivir de la mujer. El cinturón, justamente, a diferencia del corsé, no causa apretamientos serios. Él no es una causa, es consecuencia. El cinturón debe ser considerado junto con toda la indumentaria, con la que se lleva. Es importante que el cinto sea una unidad y de material de calidad, que no altera el funcionamiento del meridiano de la cintura.
Diga algo sobre los cinturones de los sufís, por favor.
Son interesantes no los cinturones de los sufís, sino que sus materiales y ornamentos. Especialmente los relacionados con la piedra, símbolo de la eternidad. Debido al que existen un montón de Tariqas, resulta difícil dar una gradación fija y actitud hacia el cinturón. Pero, de todos modos, no se trata de una posición excepcional y en este caso el cinturón tiene más un objetivo práctico o alquímico.
¿Con qué función cumplía el corsé para las mujeres en aquellas épocas y con qué función puede cumplir hoy en día para las mujeres?
La ropa como tal, es consecuencia que expresa en primer lugar, la actitud de la sociedad hacia la mujer. El corsé simbolizaba un determinado concepto del cuerpo de la mujer. Y, por supuesto mucho dependía del material, la estructura del cuerpo de la mujer y su edad. Pero en la mayoría de los casos, si el corsé no mantiene el trabajo de algunos órganos, es perjudicial para la circulación de la energía y cumpliendo con tareas externas, forma problemas internos. Lo mismo como los pies de loto.
¿Hay una diferencia energética significativa entre los cinturones con hebillas posicionadas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda? ¿Qué opina? ¿A qué se debelal costumbre de posicionar los botones del pantalón vaquero de los hombres a la derecha y la habilla del cinturón ponen a la izquierda?
La ropa tiene inherentes dos principios, de enrollamientos y de desenrollamiento, si consideramos la circulación de la energía. Aquí, por supuesto mucho depende de los tejidos y del corte. Además, desde el punto de vista, por ejemplo, de la medicina taoísta, la parte superior del cuerpo humano está enrollado en una dirección y la inferior, en otra. Por lo tanto, aquí también se cambian los parámetros del cuerpo. La hebilla puede tener un efecto acumulativo, manteniendo la energía debajo del ombligo. Todos estos son aspectos de la comprensión más profunda de la ropa, dividiéndola sólo según el principio energético y prestando atención a las cualidades.
24 diciembre 2012