El Código secreto de María Magdalena
Lo que voy a contar en este artículo, me lo dijo una persona a la que llamaré el Testigo presencial. Él me pidió que pusiera por escrito y mandara este mensaje. Durante mucho tiempo no lo hice, puesto que no lo consideré necesario hasta el momento en que empecé a describir y explicar el significado del Ritual y del Templo Astral.Se trata de que el Ritual y el Templo Astral crean un concepto armonioso y conocimientos acerca de la Ciudad Cristalina. Precisamente a esto María Magdalena dedicó su vida, según el Testigo presencial. En mi relato prescindiré de la importancia de María Magdalena para la historia global. Lo más importante son sus conocimientos del Templo Cristalino, que ella quería construir en Rennes-le-Chateau. Además, precisamente en este lugar los cátaros y los templarios también trataban de hacer lo mismo. ¿Por qué en este lugar? Porque es un punto de resonancia que conecta Rennes-le-Chateau con Glastonbury y Jerusalén.
Este es el ángulo de máxima apertura del esfuerzo de la Tierra, un conocimiento al que se dedican los alquimistas. En realidad, como ha dicho el Testigo presencial, María era una alquimista (mejor dicho, una maga). La diferencia consiste en que el alquimista usa conocimientos, mientras que el mago sólo sintonizaciones (lo cual es mi propia observación).
María Magdalena necesitaba conocimientos, por lo que se dirigió a Jesucristo, puesto que él poseía estos conocimientos.
Ma-ia Mag dal-e na, es una fórmula que guarda en sí conocimientos de ella. Es una fórmula-clave, que usaban para la materialización de la energía los seguidores de Isis, a los que ella pertenecía. Ésta es una fórmula de excitación e ionización del espacio. Pero no el tipo de excitación, cómo se sobreentiende hoy en día, sino una de más alta organización, la que después han llamado Tantra.
Para tal tipo de excitación, era necesario un líquido: el mejor era el agua, con la que también Jesús trabajaba y con la que trabajaban los druidas célticos. Pero a María no le alcanzaban las fuerzas para trabajar con el esfuerzo del agua, por lo que trabajaba con la excitación del aire. El aire excitado es el llamado aroma. María dominó el Arte de la excitación y la ionización del espacio para cambiar el tiempo. Por eso, ella eligió como un lugar para su laboratorio, Rennes-le-Chateau. María usaba los mismos conocimientos que Jesucristo, trabajando con la forma cristalina de excitación, el agua, pero se apoyaba en la forma aérea (geométrica, de signos) de excitación. Es decir, era una Maestra de los signos, a los que convertía en aroma y al aroma en signos.
María estaba compuesta de signos y los usaba como hoy en día la gente usa las letras. Lo único que le faltaba era la comprensión de su estructura. En esto se fundó la relación de María y Jesús, que se dedicaban al arte de la sublimación del espacio y, al excitarlo, cambiaban su tensión. No se trata de una excitación sexual, sino de una excitación de cristales y signos. Hoy en día, resulta difícil comprender esto, pero aquí está escondido el verdadero conocimiento acerca del Manusterium, conocido como el Santo Grial.
María escribió un tratado sobre el Manusterium que, de hecho, se convirtió en el Evangelio de María. María y Jesucristo estaban predestinados el uno para el otro, pero ante todo, estuvieron predestinados para el espacio que habrían de cambiar. Y aquí no se trata de una misión, puesto que al permanecer en tal estado, uno no se guía por un ímpetu, sino que se guía por la acción.
El problema aquí, como decía el Testigo presencial, consiste en los que han interpretado la historia, que no han sido capaces de comprender la actividad verdadera de María y le han atribuido, a su modo, ciertos significados. Su acción implicó un trabajo con el Templo Cristalino que está linealmente manifestado a través del ángulo de Jerusalén – Rennes-le-Chateau – Glastonbury.
— Presta atención — me dijo el Testigo presencial — al hecho de que todo aquello de lo que estoy hablando, María lo recibió de Alejandría, donde más tarde fueron escondidos los verdaderos conocimientos tanto de ella como de Jesús. De esta manera, la historia de Jesucristo y María no es una historia de amor, sino que es una historia de vivencias muy altas, las cuales no están bajo el dominio de la gente en la actualidad.
Luego el Testigo presencial empezó a hablarme de su propia hija, pero esta historia es tan mística que es imposible contarla con palabras comunes. Y, en realidad, también el Testigo presencial me pidió que lo contara sólo en persona. Sin embargo, me permitió revelar su nombre, pasado el año 2013. La llamaban Sereka. Ella es un ser emblemático de alta vibración, pero lo que escuché en aquel entonces, incluso a mí, me resultó increíble. Según lo que comprendí, ella fue concebida en Rennes-le-Chateau.
A veces era muy difícil escuchar al Testigo presencial ya que constantemente desaparecía en otras esferas y campos, tratando de conservar la verdadera vibración del sonido y de la palabra para que yo pudiera considerar todo en la frecuencia necesaria. Y si no comprendía algo, significaba que aquello no era para mí. Este hablar en múltiples niveles me causaba admiración, y la capacidad misma de usar las diferentes frecuencias, convocaba a creer o, digámoslo de otro modo: a la aceptación de lo dicho.
Los aromas de olíbano y mirra, eran fundamentales en el trabajo de María. Ella los usaba para la excitación del espacio, lo que permitió a Jesucristo resucitar. Es decir, los acontecimientos mismos estuvieron dotados de significado alquímico y capacidades milagrosas. De hecho, la historia misma de interacción entre María y Jesús es una historia de la creación del primer Templo Cristalino, construido por las manos de la gente que tomó el control sobre el tiempo, ya en un esfuerzo diferente, consciente y no simplemente siguiendo ciertas sintonizaciones.
Pero lo más increíble de todo lo que me contó el Testigo presencial, fue el hecho de que no había un correlato cronológico en las acciones de María y Jesús. Es decir, los acontecimientos se realizaban en diferentes momentos temporales. Esto creó una confusión en la comprensión de su vida y actividades, como también respecto de sus apariciones, ya sea en Egipto, en Francia o en Inglaterra.
Se transportaban en el tiempo y en el espacio. La interacción entre aire y agua generaba una fuerza de fuego, capaz de transformarlo todo y a todos. Al permanecer en este estado, el estado de la luz, construían un Templo.
Sin embargo, las vibraciones de la Tierra no estaban listas para mantenerlo y se vieron obligados a aplazar todo el proceso, hasta el año 2012, cuando las características de ciclo de la Tierra habrían de cambiar. Ahora empieza una nueva era de la construcción del Templo y todos nosotros esperamos su aparición inminente para la continuación de este trabajo.
— Jesús y María no murieron, ¡ellos no pueden morir! Ellos pasaban de un estado a otro, jugando con ese algo que llamamos “muerte”.
El Testigo presencial se estremecía periódicamente de excitación. ¿Por qué decidió contarme esto? No lo sé. Pero, al dedicarme al aroma de Rennes-le-Chateau, yo decidí compartir este acontecimiento con el mundo. E incluso me resulta difícil correlacionar estos relatos que se unieron en un signo unificado. El conocimiento acerca de María para mí, es interesante hoy en día, desde la posición de la fórmula en la que trabajaba en Rennes-le-Chateau, la creación del aroma, que nos transporta a otro mundo de luz.
La gente constantemente necesita algo. Esto es un hecho, pero no debemos permanecer en la dependencia de ello. Es igual que la comida: la necesitamos, pero no debemos convertirnos en sus esclavos.
Los conocimientos deben convertirse en una pasión, la pasión en excitación, la excitación en vivencia, la vivencia en transformación, la transformación en iluminación. Y, al final, podemos otra vez, volver a la fuente de los conocimientos, igual que lo hicieron en su tiempo, María y Jesucristo, igual que lo hacían los druidas.
— Esto no es un invento, no es un sueño — me repetía el Testigo periódicamente, mirándome.
En realidad, al observar cómo él cambiaba en las vibraciones, relatando la historia, en mí no surgió ni una sola duda de que, si no habían venido para mí, por lo menos me mandaban un saludo. Hoy en día, considero esto desde el punto de vista de la elaboración de perfumes de alta vibración y, por supuesto, estos conocimientos son valiosos para mí. Además, al trabajar e interactuar con Rennes-le-Chateau, estudiando los secretos de los Templarios, veo que todo se está vinculando o, al menos, se aproximan. Cómo mínimo recibí estas experiencias, y esto es mucho más valioso que millones en cuentas bancarias. La vivencia del aroma es casi la misma vivencia de la luz que tenía Jesús.
Por supuesto, es difícil superar en sí mismo lo simple yendo hacia lo supremo, pero lo simple existe ahora y ya, mientras que lo supremo es eterno. Es posible comprender esto, únicamente al haber comprendido la vivencia de la luz.
— ¡Isis no existió!, como si me diera un hachazo el Testigo presencial. — Había una fórmula de existencia de una fuerza que se transformó en lo que la gente llamaba Isis. Todo el mundo estaba bajo sus órdenes, muchos la adoraban, pero ella no existía, o, por así decirlo, siempre había existido.
Ella enseña cómo pasar la iniciación a través de la muerte. La resurrección de Osiris es el paso a través de la muerte. Esto no es una resucitación, sino que es un paso, lo que son dos cosas diferentes. Jesucristo incluso dio a mucha gente la vibración necesaria para pasar a través de la muerte.
Es imposible considerar las acciones y la vida de María desde el punto de vista de una mujer, aunque si la llamamos Mujer Cósmica, pues entonces sí, la podemos considerar como una mujer. Pero entonces debemos comprender la integración, es decir la correlación de frecuencias y conocimientos.
Ellos se dividen conforme a las leyes que llamamos “del templo”, o sea que son leyes apoyadas en el espacio. Son leyes energéticas, que se determinan por la inserción de la energía en la figura perfecta de nuestro espacio. Estas figuras son nueve, nueve esferas encajadas en una esfera. Podemos decir que es una estructura de Templo, que se determina por la tensión. Cualquier tipo de pared puede mantener una tensión bajo un ángulo de treinta grados, lo cual es la voluntad del espacio. Lo que significa que en una esfera perfecta podemos construir sólo doce antenas.
De esta manera, las fuerzas supremas de tensión crean doce modelos cristalinos básicos de nuestro mundo. Según este principio está construido, por ejemplo el Templo de Salomón que fue el primer templo cristalino en la Tierra. Pero no se trata de su manifestación física, sino de la energética. Todo lo demás es un viaje. Es una espiral, una medida del movimiento, que puede existir en el espacio sólo en forma de un aroma. ¡He aquí conocimientos únicos acerca del Templo Astral y Cristalino que nos dejaron María y Jesús!
— El viaje de Jesucristo y María — continuó el Testigo presencial — es otra historia no menos interesante acerca de los doce estadios, es decir es la correlación de las doce condiciones a través de las que pasó Jesucristo en Jerusalén.
El Testigo presencial interrumpía periódicamente mis intentos de aclarar algo.
— Tu trabajo es de escuchar y no de hablar. No me interesa tu acuerdo o desacuerdo, me interesa cómo luego vas a pasar a la gente la excitación de nuestro encuentro…
He aquí, de hecho, toda la historia. Debo pasarles esta excitación provocada por algo de alta vibración y admitir que todo lo que digo no es tan importante. Es importante el grado de tensión que les toca y si les ayudará a ascender a otras vivencias o significados diferentes.
Jesús y María nos dejaron en herencia los Caballeros Templarios, excitando prácticamente esta organización a través de muchas actividades complicadas, en las que los esfuerzos que ellos emprendían jugaban el principal papel.
Deben ir a Rennes-le-Chateau y encontrar el árbol en el que está la imagen de la Virgen María. Entonces comprenderán que ellos se inmortalizaron en distintos símbolos proporcionales al espacio. Y los Templarios sólo reprodujeron todo esto y luego también se fueron, dejándonos a que esperáramos. ¿Esperar qué? Pues, tal vez, la aparición de algo como Damanhur.
— Es necesario vivir bajo las leyes de la vibración y no bajo la ley de la justicia — dijo el Testigo presencial. En realidad, si el habla está pronunciado por una persona que no es de alta frecuencia, entonces, esto será una mentira. Y hasta que no desacostumbremos a la gente a jugar con la “verdad”, mentirá, inventándose no sólo la verdad, sino también la mentira. No te puedo decir toda la verdad acerca de Isis. No porque no la sepa, sino porque la verdad se correlaciona con las vivencias. Es necesario aprender a experimentar la vibración y entonces no habrá dudas. No puede haber una verdad donde hay duda. La verdad está en el lugar donde hay vibración. María y Jesucristo son, ante todo, vibraciones. No debemos buscar en ellos el principio masculino o femenino, de lo contrario de inmediato surgirá un descrédito de la idea. El principio femenino es un tipo de vivencia, mientras que el masculino es otro tipo diferente. Y las primeras personas que nos mostraron el Arte de la vivencia, son Jesús y María. No debemos llamar a esto amor, puesto que ¡hay una gran diferencia entre nuestro entendimiento y el de ellos! Se distinguen de nosotros por su luz, mientras que nosotros consideramos su carne.
Lo más peligroso es cuando desacreditamos el conocimiento acerca de la mujer, dado que la siguiente desacreditación será la del conocimiento acerca del hombre. El conocimiento acerca de María es, ante todo, un conocimiento de la mujer, conocimiento de la Mujer de la Luz. Las relaciones entre el hombre y la mujer deben alcanzar un estado de suprema beatitud, y este estado nos convierte en personas abiertas hacia todo, es decir perdemos la personalidad, pero obtenemos la Luz. De lo contrario, nuestra rústica consciencia nunca nos dará la posibilidad de experimentar algo supremo.
Esto nos permite iniciar lo imposible. La Virgen María nos enseña el secreto de la concepción, el nacimiento, mientras que Jesús nos enseña la conservación y la transformación.
El Testigo presencial sentía una suprema dicha al contarme esta historia. Conectaba los intervalos en el tiempo y vagaba en su aislamiento excitado, esparciendo verdadera felicidad, revelando un mundo, en el que, de hecho, puede vivir toda gente. Al no depender de lo rústico y lo innecesario, nos sumergimos en formas de valores completamente distintos.
La vida es una alfombra que debemos saber tejer. La habilidad de tejer no es la de hacer la alfombra, sino de experimentar el proceso mismo de tejer.
Por continuar…
24 mayo 2014