Matemática Integral
Matemática Integral es tipo de distribución, que permite desarrollar la energía del cerebro según signos numéricos, cifras.
Es un microsistema que permite manejar la masa, sistema y lenguaje de las cifras. La Matemática Integral es tipo de cono escondido, que indica la dirección del cálculo; es tejido peculiar de conocimiento, que permite manejar los Indicadores Temporales.
Para la Matemática Integral es importante, ante todo, el desarrollo de las funciones del cerebro hasta tal grado de manejo con éste, cuando el cerebro podrá conocer la naturaleza de la Alquimia no esotéricamente, sino que de manera bien precisa.
La Matemática Integral se apoya en las leyes de la distribución de los sistemas que permiten generar energía y no en los principios aceptados en el análisis matemático moderno.
Para la Matemática Integral es importante la comprensión del cultivo de los sistemas, dicho de otra manera, debe ser formadora para todo aquello que se genera por ésta en la dirección indicada, o sea, multiplica y no simplemente divide. En otras palabras, impone los conceptos matemáticos que deben ser observados y no le resulta interesante explicar aquello que no tiene forma, ni dirección. Tiene forma de cono y se determina según el Campo Integral, el ritmo del crecimiento y la división, o sea, es inicial.
Matemática Integral ofrece forma métrica de desarrollo, sobre todo, del cerebro y recién después mediante el cerebro se realiza el crecimiento en el conocimiento matemático.
Para la Matemática Integral son importantes determinadas cualidades del cerebro, donde la ley de la simetría es fundamental. Para alcanzar las funciones supremas de sistema de medición, el manejo de datos a través de la parte parietal y de coronilla del cerebro, se debe aprender a operar con la actividad simétrica del cerebro, de lo que está encargado el bulbo raquídeo.
Sólo al conocer la matemática del bulbo raquídeo, que pertenece a la ley del Primer Campo Integral, uno puede llegar a comprender las leyes de la división en la Matemática Integral, de lo que está encargado el cerebelo y el Segundo Campo Integral. Es decir, la raíz del conocimiento de la división en la Matemática Integral, es el cerebelo. Se debe aprender a pensar con el cerebelo. La cumbre son las partes de la coronilla del cerebro. Para el conocimiento de la Matemática Integral, es necesario, sobre todo, conocer el algoritmo del crecimiento en este conocimiento, para cuyo cumplimiento al principio es necesario aclararse el tema de la Geometría del cerebro.
Es imposible aprender algo sin comprender y sin saber conocer qué estudiamos y por qué. Para la Matemática Integral es importante entender la velocidad derivada del cambio de la función, proveniente de la capacidad no sólo de acrecentar esta función, sino que también absorberla. En términos generales, tenemos que conocer sólo aquello que somos capaces de experimentar o sentir físicamente, de lo contrario nos convertiremos en función de cálculo.
De esta manera, debemos enseñar a nuestro propio cerebro integrarse en el sistema de referencia, antes de usarlo. Al considerar hoy en día el cálculo de la gente en la antigüedad como “intuitivo”, no nos damos cuenta de que sus métodos se apoyaban en partes del cerebro completamente diferentes en comparación con las partes que usamos en la actualidad.
Para muchos, aquello que está escrito aquí parece utopía, pero esto se debe a que las partes del cerebro que funcionan hoy en día, son incapaces de usar completamente el análisis matemático integral, que implica la puesta en funcionamiento de varias partes del cerebro al mismo momento. La forma de pensar básica de la gente en la actualidad es frontal, donde se forman ciertas vivencias emocionales provocada por la información y los conocimientos. Esto lleva a ciertas dependencias de la información, que desarrolla reacción del cerebro al conocimiento y no al principio cognitivo mismo. O sea, falta la absorción. El cerebro es incapaz de comprender la naturaleza de la transición limitada e ilimitada.
El error principal de la matemática contemporánea, consiste en que al no comprender esto, bajó todo hasta llegar a funciones infinitas que simplemente se deben calcular en diferentes Campos Integrales, donde un mismo número lleva distintos significados. En esto, de hecho, consiste el secreto del cuadrado mágico que nadie puede entender normalmente. En realidad, se trata de carga integral del número, que se debe saber considerar no linealmente.
Lo más interesante consiste en que no hay nuevas funciones en la naturaleza, todo ya está observando ciertas leyes. Simplemente se debe comprender el ángulo a partir del que observamos estas funciones. Y justo es interesante el que, por ejemplo, aun conociendo la teoría del integral, la matemática no conoce esta teoría. En este caso sería mucho más interesante, por supuesto, ponerse a examinar el cerebro de Leibniz, Newton y Jacob Bernoulli, que por sí mismos demuestran las leyes de la matemática integral, su vivencia.
Así que, al principio es necesario conocer la vivencia de dos integrales básicos. Cualquier designación matemática es símbolo. Toda la matemática se describe por los nueve Campos Integrales, que obtuvieron su designación en las cifras que sabemos, cada una de las cuales representa una onda. Y lo más sorprendente es que los nueve partes del cerebro son las mismas cifras y ondas, por lo tanto, se puede calcular.
De esta manera, la Matemática Integral nos enseña, ante todo, la matemática del cerebro.
30 septiembre 2015