Llenado
Secuencia de la percepción: es recomendable conocer el tema del “Llenado” después de haber leído el material “Laboratorio del desarrollo”.
La vida del ser humano es simbólica, pero el sentido del símbolo queda implícito y como resultado cada actividad humana en la actualidad se reduce al proceso de Llenado. El Llenado es la base que permite a la persona fusionarse con el espacio sin gastar esfuerzos adicionales y sin verse obligada a estar dentro de sí misma. Sin embargo, precisamente la calidad del Llenado plantea a la gente las tareas más importantes. Mejor dicho, debería plantearlas si el ser humano hubiera comprendido la esencia de este concepto y los procesos relacionados con él.
El límite corporal, energético y mental ató al ser humano al espacio temporal, redujo su vida al servicio de funciones simples y le llevó a la existencia conforme a la fórmula de Nietzsche: “Dios ha muerto”. Además, el concepto de la vida del ser humano está sustituido por las condiciones del ser humano. Y en estas condiciones, hoy en día, la gente es incapaz no solo de clasificar las acciones que realiza, sino que tampoco puede entender por qué las realiza. La vida humana desde hace ya mucho tiempo se ha convertido en un factor simbólico, dado que el ser humano se ha privado del Arte de vivir en el esfuerzo.
Y antes de esto, ha perdido la conexión con el Ritmo, aquello que conserva y realiza la esencia humana, lo que llevó a la pérdida del fundamento que permitía a la gente medir sus acciones. ¿Adónde podemos ir sin orientación y comprensión de la Medida de nuestras acciones? ¿Cómo podemos crecer en nuestras acciones si no hemos conocido el Uno? Si no hemos llegado a Dos, entonces no existe un algoritmo de las acciones y no puede haber un entendimiento del sentido de la vida. En esta situación lo único que nos queda es complacernos de las características temporales que sólo nos desvían y no nos transforman. Y en vez de tener unas vivencias reales, el hombre obtiene una condicionalidad, duda, miedo, pérdida de la concepción (enfoque).
Todo esto hace de la existencia del ser humano un objeto físico, desprovista de sentido. Pero incluso en este formato, nuestras reacciones consiguen señalar los condicionamientos no sólo de nuestra existencia, sino también de nuestro desarrollo dentro de este despropósito.
Un desarrollo en el despropósito es una aspiración al Llenado. Y no importa con qué y cómo. De hecho, ésta es la única orientación que puede permitirse una persona no dotada de esfuerzo y que ha perdido su conexión con el factor supremo de excitación, que puede alcanzar el ser humano, la inspiración o la vivencia del Acto de la Creación. El Acto de la Creación es cuando Uno da origen a Dos y no cuando creamos algo solo por crear.
Al llegar al camino “provincial” de existencia, tomando la rama lateral, es decir sin buscar o al ser incapaz de buscar las bases y las razones de la vida humana, la gente se ha hecho prisionera de las denominaciones, prisionera de la situación en la que está. Convirtiéndose en una parte del ciclo vegetativo, el ser humano se ha privado del ciclo mismo del crecimiento vegetativo natural, o sea se ha privado no sólo de su libertad humana, sino también la animal y la vegetal, si consideramos el proceso con más nobleza. Es imposible existir sin ser capaz de medir, comparar e incluso registrar las acciones que uno realiza y al mismo tiempo considerar a sí mismo como un ser humano.
Hoy en día, la humanidad se encuentra en un estado ya sea de tristeza materna, ya sea de un llamamiento militar, o se ha inventado un montón de preocupaciones y se ha hunido en ellas. Todo esto ha llevado a la fusión con el espacio temporal. Y aunque es un espacio más limitado, éste, por supuesto, posee sus propios valores determinados que el ser humano ha empezado a absorber. Y esta incorporación pasa en todos los niveles que hoy en día realizamos: desde el aprendizaje en la escuela y la participación en la vida social, hasta los intentos de aprender el Budismo Zen. Es decir, la gente ha aceptado las condiciones y las sigue sin saber e incluso sin querer saber a qué llevará esto.
Todo esto, de hecho, es lo mismo, puesto que en realidad la gente lo hace todo, apoyándose en el llenado. Este posee sus características, su energía y al no comprenderlas, no podremos cambiar las condiciones en las que el Llenado debe ser una consecuencia de nuestras acciones y no al revés, que nosotros seremos consecuencia del llenado. Además no importa de qué calidad será esta consecuencia si es consecuencia y no la causa.
Siguiendo este, por así decirlo, “camino consecutivo”, la gente se subordina completamente a las condiciones que tuvo de su nacimiento y que puede sólo agravarlas si vive bajo las leyes del espacio temporal. Como resultado, su vida se divide en unas funciones temporales aisladas en las que algunos se llenan consumiendo embutidos, mientras que otros, por hacer ayunos. Y a pesar de que el vegetariano se considera una persona espiritualmente elevada, no está muy lejos del que come carne. Tanto el primero, como el segundo permanecen en los valores temporales, viviendo según el principio “quien no fuma y no bebe, también, como el que come carne, muere”. Y la base de tal existencia es la incorporación de la forma ya fijada.
Cualquier intento de no estar de acuerdo con esto parecerá una revuelta en la cárcel que de todos modos terminará en nada, porque ya hemos obtenido una forma constante. Es constante también nuestra forma corporal de la que depende nuestra Integridad. En general, la comprensión del cuerpo es la condición más importante para entender el Llenado, o mejor dicho, la dependencia de las cosas que nos llenan. Mientras estamos compuestos de conexiones físicas sueltas, mientras que nuestro cuerpo no esté íntegro, no podremos incluso esperar algún tipo de existencia reglamentada. No podemos realizar aun la función más simple en nuestro ser: la inhalación y la exhalación. De esta manera nos hemos aislado de una gran cantidad de procesos y, por supuesto, es imposible en este estado hablar de una vida de calidad, cuando simplemente no podemos sentirla.
Y la gente resulta incapaz de percibir el volumen, porque se ha encerrado en este aislamiento perpetuo que proviene de la dependencia de la energía suelta, temporal. El ser humano piensa con la misma energía que lo alimenta, es decir con la energía temporal. E incluso si alguien cae en la zona de los estados intemporales, ha nacido así o, por alguna razón, se le ha abierto el Centro, entonces el proceso de concepción de tal persona es tan diferente de los que piensan temporalmente, que esta persona simplemente será incapaz de explicarles algo. Si, por supuesto, no tomamos en consideración algunos eslóganes de ilusiones que desde hace ya mucho tiempo no engañan a nadie incluso a los que hablan de esto.
Así, resulta que uno vive en condiciones de las que depende y el nombre de esta condición es el Llenado. Y esto es el máximum que la gente puede permitirse. Una persona puede seguir el movimiento hippie o estudiar ciencias en la Universidad; la diferencia estará sólo en el volumen y las propiedades del Llenado.
Alguien puede llenarse, pero no puede hacer nada ni con el volumen ni con la calidad del Llenado, puesto que para hacer esto, debe comprender no sólo la capacidad del espacio de llenarnos, sino también de transformarnos, y precisamente comprender la Geometría del espacio, su Orientación, Enfoque y Ritmo, conforme a los que vive este espacio.
El Llenado debe convertirse en la ciencia más importante para el ser humano, ya que esta es una ciencia de la energía del espacio en el que vivimos. Y aunque hablamos de energía de la que dependemos, debemos empezar precisamente con ella.
Aquí cabe reconocer que diferentes enseñanzas han tratado de hacer esto, pero ellas (aunque indican parámetros más altos) ofrecen un manejo de la energía básica, como es la Prana, Qi, etc., que son, de hecho, características de la energía temporal y en ningún caso de la intemporal. Para alcanzar las características intemporales, hay que ser capaz de descomponer la energía básica en sus componentes y hasta que estemos en las características temporales, todos seguiremos ser unos vampiros.
Así que, para comprender algo, el ser humano debe, al principio, entender qué es el Llenado. De lo contrario, no importa qué vaya a hacer, porque siempre dependerá del Llenado y formará parte de él sin la comprensión de por qué y adónde va.
Un ejemplo de esto son los millones de diferentes participantes de movimientos esotéricos que han tomado como bandera el eslogan el salir de este estado “animal”, pero en resultado no han alcanzado nada. Incluso si hay personas aisladas que se han abstraído o ausentado un poco del resto declarando: “Creo que soy avanzado, que me estoy iluminando…”, incluso entre estas personas aisladas, 80% ya han nacido “abstractas” y a menudo aún más abstraen a la gente de la verdad en vez de llevarla a ella.
13 enero 2012