Nacida de la Luna
La designación divina del destino de las mujeres es mucho más amplia que el concepto de madre o mujer que tenemos hoy en día.
Hace muchos años en la Tierra se materializaron trece tipos de mujeres que poseyeron diferentes cualidades femeninas, pero juntas formaban unidad. El cumplimiento de las tareas que tenían asignadas no tuvo éxito, ya que aquellas mujeres se dispersaron. Algunas de ellas se transformaron en cristales, convirtiendo en cierta unidad indivisible el significado de la cristalización de la piedra, pasándolo de generación a generación, manteniendo así la delicada interacción entre las mujeres.
La presencia en la Tierra de otras organizaciones similares fue la causa de la dispersión de la dicha estructura femenina. No pudieron mantenerla, no fueron capaces de coexistir juntas y se destruyeron una a otra. A pesar de esto, las mujeres, perdiendo la conexión y en consecuencia, la capacidad de controlar conscientemente la fuerza, crearon una y otra Orden en las que trataron de recrear el estado primario.
Pero, sin duda, el verdadero significado de la naturaleza femenina, que se había dispersado, todavía no se ha recreado. Se ha perdido el valor del desarrollo, se ha sustituido por el valor de la supervivencia de las mujeres: su propia supervivencia y la de lo que genera la mujer. Tal designación del útero, como por ejemplo la visión, se ha perdido. La menstruación como un signo de paz y tranquilidad, cuando la mujer debe aumentar su energía y contemplar lo profundo, ha dejado de tener su verdadero significado. El momento en el que la mujer debe conectarse con el Universo y llenarse con la fuerza de la Tierra, a menudo se convierte en una destrucción de lo existente.
Cada mes, a la mujer se le da la oportunidad de purificarse y llenarse a sí misma. Dependiendo del tiempo del año ella conecta su esencia espiritual con las fuerzas del Cielo y la Tierra. La recuperación de la visión a través del útero después de la pérdida de la capacidad de la mujer de alimentarse y manejarse a sí misma, es imposible hacerse en un corto período de tiempo, debido a la pérdida del ritmo. Primero hay que encender el fuego, que conecta a la mujer con la Tierra y aprender a mantenerlo de noche y de día.
Este fuego fue traído por las trece mujeres y al principio él alimentaba el inicio femenino, preparando a la mujer para la generación de lo nuevo. El cultivo de este fuego fue necesario para la adquisición de la energía. La naturaleza de este fuego es de agua. Las semillas deben permanecer en un suelo fértil y la mujer debe tener este suelo fértil para que la vida venga por la puerta oriental y la muerte se vaya por la occidental. Poseyendo el poder de abrir y cerrar estas puertas, la mujer puede dejar entrar la vida y despedir la muerte, facilitando la primera y despejando la segunda.
El viaje de la vida tiene muchas entradas y salidas, pero sin la conexión a la mujer con el silencio, su viaje se convierte en una carga dura. Por supuesto, para obtener satisfacción de su Camino, se necesita no sólo tiempo, sino también los hechos, confirmando lo dicho.
Muchas mujeres tratan de lograr la independencia interna o la verdadera alegría, desarrollándose según el Inicio Masculino. Pero esto nunca le dará a una mujer, la alegría de la existencia, la que tiene predeterminada, sino sólo contribuirá a su liberación. Pero si la mujer no logra la liberación interior, entonces vivirá en una decepción profunda. Esto significa conservar los huesos, pero sin alimentarlos con la humedad.
El significado del grupo de las trece mujeres o del concepto de “las Trece Madres” conocido en la tradición indígena, es el dominio de los trece escudos que ayudan a conservar lo existente y no permitir la destrucción. Si una mujer puede dominar el concepto de los “Trece Escudos”, entonces ella llegará al estado de transformación. Sin embargo, ahora estamos hablando de encontrar y conectar todo lo bello, que lleva en sí el inicio femenino.
La mujer, a diferencia del hombre, lleva en sí el principio del día y noche y ella experimenta el significado terrestre de una vez y media más, que el hombre. Sin embargo, debido a su carácter acumulativo, ella a menudo pierde la veracidad, escondiéndose detrás de la estructura del amor. El miedo y el dolor se convirtieron en valores acompañantes de la base de la Tierra, en particular, de las mujeres. Antes de la destrucción del círculo familiar de las trece hermanas, tales cualidades no existían en el planeta, ellas se sustituían por los fracasos, cuyo punto final era la muerte. La tarea de estas mujeres fue retirar aquellos fracasos y curar las grietas de la Tierra.
Las Treces Lunas cambian su significado durante la rotación de la Tierra, cambiando año tras año, la calidad del ritmo de los que viven en el planeta. Todos nosotros, incluso si no nos damos cuenta de esto, vamos a través de nuestras etapas de transformación. El que trate de aferrarse al exterior, tarde o temprano va a fracasar. Las mujeres son representantes de un mundo y los hombres del otro. Tanto los unos, como los otros, en la busca de la Píldora de Oro de la Inmortalidad, tienen la oportunidad de interactuar entre sí, pero lo Único de su mundo pueden recrear sólo al conectarse en una Unidad. Esta Unidad predetermina el significado de las 13 Lunas.
El grupo unido de los trece, se forma por su ciclo mensual, que se caracteriza por 28 días del mes lunar, las 28 constelaciones de los sectores oriental, occidental, norteño y sureño del cielo. Un grupo de mujeres que tienen sus ciclos en un mismo período, forman cierta fuente Única. Este es el Inicio Único, sin el que una mujer no puede dar un inicio a algo nuevo y a ella misma. Este es un Inicio Universal, integrado después de la transformación del mundo anterior.
La mujer salió del sueño para ir a otro sueño. Su esfuerzo de apoyarse en el Inicio Masculino no sólo no le da la oportunidad de adquirir apoyo, sino por lo contrario, se priva del suelo y la conexión con el mundo de las energías del plano horizontal. La fuerza, que releva a estas energías, está en el norte. Debido al hecho de que es imposible dominar todos los aspectos de la verdad, la mujer debe comprender el Silencio. La verdad esencial para ella es el Silencio. Una mujer posee la Naturaleza del Reposo y a través del reposo ella debe percibir el significado de las 13 Lunas.
Los Trece Significados Verdaderos de las Lunas
- La Primera Luna es el estudio del Camino y de la actitud.
- La Segunda es la veneración de la verdad, relacionada con el auto-desarrollo.
- Aceptación de todo con lo que se encuentra.
- Determinar el significado de las acciones para el Camino de las Visiones y Sueños.
- Escuchar el ritmo de la naturaleza y todo con lo que se encuentra.
- La Pronunciación como una acción, que determina el significado de la fe y el Camino.
- El Amor como la capacidad de estar dentro, adquiriendo el significado desde afuera. Todo lo que está es verdadero, todo lo que es verdadero hay que amarlo.
- La Interacción con todo el mundo, servir al Arte.
- Vivir en la verdad hoy, da la posibilidad de lo verdadero mañana.
- Trabajar con todas las cualidades adquiridas para crear lo nuevo.
- Caminar por la vida con la comprensión del movimiento.
- Respetar a lo que se aprende y a lo ya adquirido. Aquí se establece la base de la ceremonia con relación a todo lo que forma el espacio.
- La Transformación. Todo ha cumplido su círculo y es tal verdad, cual corresponde a este concepto en el período determinado de tiempo.
Cada año, vivido en el significado de estas Lunas, crea un legado no sólo para cualquier mujer participante en esto, sino también para toda la Tierra en su conjunto.
Cada año, la Luna alimenta la Tierra y la cambia invisiblemente. El principal receptor de estas energías y fuerzas para la humanidad, son las mujeres. Ellas se llenan de dicha fuerza en el proceso de su viaje hacia el descubrimiento de sí mismas.
Todavía se han conservado prototipos de la familia femenina primordial, que a través de un invisible arco iris crean el nuevo significado de la mujer en la Tierra. Esta percepción invertida, que hoy en día tiene el Inicio Maternal, está provocada por la destrucción de esta familia femenina y la falta de preparación del cuerpo.
Además, la percepción errónea de la mujer por el hombre, debido a la incapacidad de controlar y evaluar no sólo a alguien otro, sino tampoco a sí mismo, genera una calidad determinada de la conducta del Inicio Externo, sintonizando a la mujer a la belleza exterior por un corto período de tiempo, que es necesario para la protección de sus cualidades superficiales.
El llenado interior y la belleza relacionados con la eternidad, no pueden considerarse hoy en día como una fuerza impulsor. El derecho de la existencia de la mujer ya hay que conquistarlo. Y si falta fuerza para conquistarlo, entonces ella empieza a destruirse a sí misma y convocar a la fuerza de la compasión y amor. Ella se enferma y necesita compasión de los demás. El Silencio se ha sustituido por la pena y la fuerza por la adquisición. El papel de la mujer ha sido sustituido por cientos de papeles, que se juegan a lo largo del tiempo.
Los trece aspectos de la existencia femenina se han fragmentado en miles de acciones desperdiciadas. Estas acciones despedazan la vida de la mujer a una telaraña delgada, en la que ellas mismas se habían enmarañado.
El significado de la generación y el amor, usado por las mujeres, ha perdido su sentido fundamental y se ha convertido en una generación solamente de deseos, dolor, tristeza y prisa. La mujer ha perdido la conexión con los guardianes del Espíritu.
04 mayo 2013