¿Por qué la gente practica Tai Chi Chuan?
El Tai Chi Chuan es capaz de presentar la experiencia que nos permita entender qué significa vivir en un cuerpo proporcional. Sin embargo, a este alto estado hoy en día llega poca gente. Presten atención: alcanzan este nivel, dado que existe un tipo de personas que ya han nacido en un cuerpo más proporcional o menos proporcional y ellos no tienen la comprensión de qué significa vivir en un cuerpo no proporcional. No obstante, este tipo de gente también son personas aisladas.
Existe un pequeño número de personas que entrenan cercanos al Maestro, en particular miembros de familias, que ya son cambiadas por un Maestro o Profesor, pero ellos tampoco pueden determinar qué significa tener “un cuerpo correcto” en el nivel de la vivencia consciente.
La esencia de todos los demás, hasta llegar al momento de lograr resultados serios, son nada más que ciertos reaccionarios que dividen el Tai Chi según su propio gusto. Ellos pueden ser divididos en grupos: aficionados a la estética, prácticas de la salud, nerds filosóficos, atletas perdidos en su construcción. Existe además una clase de aficionados al Tai Chi Chuan que lo consideran desde el punto de vista de las Artes marciales. Pero también hay un grupo pequeño de alquímicos que tratan de construir el “cuerpo más correcto”.
Todas estas definiciones las da y las acepta el ser humano mismo en la actualidad, ya que necesita definir algo, por qué entrenar algo. Pero en todo esto falta una verdadera comprensión. En primer lugar, cada persona que entrena ya permanece en cierta experiencia desarrollada, sea interna (digamos que se ha dedicado a danzas, artes marciales o durante mucho tiempo “ha desarrollado” su pereza), sea externa, en la que le han impuesto el entendimiento ajeno de gente que tampoco ha alcanzado la comprensión misma. En estos términos, el grupo más peligroso en el Tai Chi Chuan es la gente que durante mucho tiempo y sin ningunos resultados “hacen” la forma. O los conocedores de la lengua china que consideran que el conocimiento de la lengua les acerca a la comprensión de los Conocimientos. En realidad, esto les pone en una dependencia más grave de la información. A menudo, esta gente opera con diferentes nombres pero sin comprender de verdad su esencia, puesto que simplemente le falta suficiente experiencia.
En general, sea lo que sea, en este momento, las personas que entrenan Tai Chi Chuan pertenecen a grupos muy distintos, motivados por intereses más diferentes. Como resultado, ni uno solo de estos grupos entiende por qué los demás se han dedicado a esto. Cada grupo acepta para sí los fines para los que se ha dedicado a esto, pero no comprenden por qué los otros lo hacen.
Por lo tanto, una persona que entrena no sólo no analiza los diferentes enfoques, sino que además defiende su posición con bastante agresividad. Y al mismo tiempo, casi cada uno de los que practican Tai Chi Chuan habla de cierto “trabajo interno”, que debería venir obligatoriamente en algún momento. Por qué y para qué, ya es algo que le interesa a poca gente. Y todo el mundo profundiza en la memorización de la forma, pensando que justo esta forma le llevará al trabajo interno mismo.
De hecho, nos encontramos con una situación en la que a ni un solo de estos grupos, en realidad, le interesa algún tipo de trabajo interno, puesto que prácticamente les faltan condiciones para su realización. Y la condición fundamental es la consciencia y no seguir usando incorrectamente el cuerpo. La forma no puede ser correcta mientras que no tengamos el cuerpo construido correctamente. Pero incluso el cuerpo construido no puede funcionar, dado que la fuerza de la consciencia no sólo no está desarrollada, sino que también está paralizada por la circulación incorrecta de la energía. Y esto pasa también incluso en un cuerpo más o menos construido correctamente.
Por supuesto, podemos entender a la gente que entrenaba Tai Chi Chuan en los años 80: trataba de discernir en este Arte su aplicación y considerarlo como un Arte marcial. Pero en aquel momento nadie entendía realmente en qué consistía su esencia, mientras que las historias y las leyendas acerca de la invencibilidad de los Maestros de Tai Chi eran muchas, para poder involucrar neófitos. Pero ese era un período de tiempo en el que la esfera de los aficionados a las Artes marciales vivían en condiciones de existencia bastante duras, en las que la gente, de hecho, estudiaba las técnicas para aprender a pegarse lo más sofisticadamente posible.
Era una época en la que las Artes marciales se desarrollaban “según los códigos de los peleadores”. Y la gente que entrenaba entonces necesitaba un Tai Chi Chuan “según las códigos de los peleadores”. Por supuesto, existía además un grupo de sinólogos refinados (que hasta hoy en día siguen siendo los mismos), pero sus aficionados dispuestos a pelearse nunca se han percibido como Practicantes. Como por ejemplo el mundo del obrero del puerto y el mundo del que trabaja en una oficina. Sin embargo, a estas dos clases de personas les unió una cosa, el enfoque hacia el Tai Chi Chuan.
Para unos, Tai Chi era una aplicación a su filosofía y para otros era aplicación para la paliza. “Los trabajadores de oficina”, de todos modos, siguen filosofando también hasta hoy en día, pero permanece incomprensible el por qué la gente busca en Tai Chi Chuan un Arte marcial sin tener la experiencia del Arte marcial mismo y esperando a que irá andando moderadamente y despacio mientras que todo el mundo a su alrededor volará o se caerá…
Por supuesto, podemos esperar a que dentro de diez años la persona “que anda con moderación” comprenda que algo no es así y que dentro de más de 20 años llegue al menos al estado de la conservación interna y al enfoque como una condición para la formación de una fuerza y poder interior. Pero, he aquí que ya han pasado ¡treinta años! Y ya no le interesarán las Artes marciales, puesto que se encontrará con tales límites, ¡que antes parecían invisibles!
Pero, ¡ve a decirle, hoy en día, a una persona que considera el Tai Chi como un Arte marcial que dentro de treinta años podrá aplicarlo, pero ya no le darán ganas! ¿Cuál sería su reacción? Alguien puede objetar: “¿Treinta años? Pero ¡yo en cinco lo aprenderé todo y enseñaré a cualquier persona!”. Sin embargo, si hablamos de Tai Chi Chuan, entonces estamos hablando de la fisiología, y ella posee su propio ritmo de desarrollo y ¡no podrán hacer nada antes de tiempo! Se necesitan diez años sólo para la recuperación del cuerpo y diez más para la transformación de los enlaces y recién después se crea el apoyo interno. Los que alcanzan esto antes, entran en el pequeño grupo del que hablamos previamente. Y esta gente incluso no comprende cómo lo ha logrado. Simplemente sucedió un “desfasaje no-controlado”.
Así que, entrenar Tai Chi Chuan desde la posición de un Arte marcial es una burla no sólo para el Tai Chi mismo, sino que también para la persona que lo entrena. Y si consideramos el tema desde el punto de vista de la historia, entonces veremos que nunca nadie se ha dedicado al Tai Chi como a un Arte marcial. Chen Zhao Kui, el padre de Chen Yu (que todavía sigue vivo), dio impulso a esta percepción para ganar dinero y colocarse en un trabajo público en Beijing. Todo el mundo estaba dispuesto a tomar a Chen Zhao Kui como empleado para enseñar a la gente las aplicaciones, puesto que estaba bastante desarrollado, no sólo físicamente, sino también energéticamente. Y él de verdad demostraba habilidades que había acumulado durante años y décadas.
Así que Tai Chi Chuan es una tendencia que hoy en día muchos tratan con empeño de reproducir, pero no entienden sus razones. Lo más interesante es que todas las historias relacionadas con Maestros de Tai Chi Chuan que demostraban sus súper-habilidades, no estaban relacionadas con la técnica. Éstas estaban relacionadas con la energía que aquellos Maestros habían desarrollado. Y entonces ya no era importante qué tipo de movimiento, paso o posición hacían… Era imposible acercarse a él. El Maestro podía hacer algo con su contrincante usando cualquier parte de su cuerpo.
Pero podemos decir: “Pues, ¡ellos han desarrollado en sí todas estas capacidades a través de la forma!”. Aquí está el gran error, dado que ellos no se desarrollaban a través de la forma. Ellos conocieron la Proporción a través de la forma, y fue la Proporción la que cambió su fuerza y, por supuesto, la forma misma.
Hoy en día, prácticamente falta la comprensión de la Proporción. Falta, no porque nadie la sepa, sino porque se debe desarrollar esta comprensión. ¿Quién de los Maestros contemporáneos posee la Proporción? Personas aisladas (y el mejor aquí es Chen Xiaowang). Por eso, esperar que Tai Chi Chuan sea un Arte marcial que cada uno por sí mismo inventa, significa estorbarse a sí mismo en el conocimiento de este Arte durante décadas.
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Otro aspecto es cuando la gente viene a entrenar para recuperar su salud. ¿Quiénes son estas personas? Por lo general, a este grupo pertenece la gente que antes entrenaba Qi Gong en algún lado y ahora quiere algo más concreto para entender algo más interesante y profundo. Y, al fin de cuentas, ¿qué es Qi Gong? Qi Gong es cierto modelo de gimnasia, que en su época ofreció el Partido Comunista de China para poder de alguna manera legalizar las actividades de sus “amigos” avanzados. Todos los intentos de atar el Qi Gong a alguna historia, como lo intentan hacer hoy en día, es asunto personal de cada uno.
¿Qué es Qi Gong? Es, de hecho, un trabajo con la energía y por su realización, en las distintas prácticas fueron tomando distintos ejercicios preparatorios, que más tarde llamaron Qi Gong. “El Hilo de seda” (el ejercicio preparatorio en Tai Chi Chuan) también puede ser llamado Qi Gong. Podemos tomar tres movimientos de Tai Chi Chuan, decir que esto es Qi Gong y pretender que estos son ejercicios energéticos que ayudan en algo. Para ser honestos, Qi Gong es un aspecto social o comercial muy conveniente que permite involucrar gente en las prácticas, recuperar esta gente y sanarla. Pero no debemos considerar el Qi Gong desde un punto de vista serio o cognoscitivo, tanto como es inútil esperar capacidades completas de una versión reducida del programa de la computadora.
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La siguiente categoría de gente que se involucra en Tai Chi Chuan es la que trata de desarrollar o desenrollar la energía. Esto tampoco lleva al Conocimiento, puesto que en Tai Chi Chuan al principio se debe conocer la Proporción. Y para el conocimiento de la Proporción, es necesario tener mente. En la gente que empieza a entrenar Tai Chi Chuan después del Qi Gong, surge un problema con la cabeza, dado que han desenrollado tanto la energía Qi, que este Qi ya controla sus mentes. Además de esto, esta gente no entiende la diferencia entre las energías y básicamente mueve la energía sólo a la derecha y a la izquierda y esto no le llevará a nada, ya que falta la fuerza en el movimiento.
A menudo, muchos que practican Tai Chi Chuan también empiezan a apoyarse en las sensaciones, pero estas sensaciones tampoco les darán fuerza alguna. ¡Muéstrenme por lo menos un practicante de Tai Chi que posea un poder real! Éstas son personas aisladas que han conocido la Proporción y que han conocido el Camino real del desarrollo en esta dirección. Y, ¿qué es lo que resulta? La gente, entusiasmada con el Tai Chi Chuan y sensaciones similares, simplemente las desenrolla y luego empieza a depender de estas sensaciones. Desde luego, esto le gusta, dado que aquí radica el elemento de la vivencia del valor primordial y en este caso no debemos decir si esto es bueno o malo. La persona declara que esto es lo que quiere y en este caso ya no tenemos una cuestión: se ha logrado el nivel básico de la existencia utilitaria. Pero, ¿acaso por esto existe el Tai Chi Chuan?
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La siguiente clase de gente involucrada en Tai Chi Chuan es cierto grupo de bohemios para los que lo principal es el aspecto estético. Son artistas a los que simplemente les gustan los movimientos suaves y bellos, y los hacen sólo por placer, pasando de uno a otro. Y en este caso también resulta difícil decir algo, puesto que cada pintor es pintor y cada director es director. En realidad no podemos llamar a esto Tai Chi Chuan, incluso si esta gente así lo llama. Estos son aficionados a los ejercicios de elasticidad. Pero dado que esto les gusta, es su derecho hacerlo. Al fin de cuentas, aunque esta gente pertenece a la capa emocional de la sociedad, no es de los que reaccionan mucho.
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El grupo involucrado en Tai Chi Chuan que más reacciona es la clase intelectual-filosófica. Esta gente normalmente estudia la lengua china y lee muchos libros. Estas personas ven la profundización del conocimiento, por eso perciben el Tai Chi Chuan como una forma seria de comprensión profunda de la naturaleza. Esta clase de gente se apoya muy seriamente en los conceptos relacionados con la Tradición. Y aquí me gustaría decir algo más sobre este tema.
Primero, ¿Qué significa seguir una Tradición? Vamos a entender el primer vocablo “seguir”. ¿Quién, hoy en día, puede realmente seguir algo? ¿Quién puede entrenar cada día, quién puede profundizar realmente, quién puede realmente vivir junto al Maestro, quién puede conocer las tareas, principios y las leyes que les da este Maestro? ¡No existen tales personas! Nosotros vivimos en otro mundo diferente.
En la actualidad nadie puede seguir una Tradición. Por ejemplo, si hablamos de Chen Xiaowang, entonces, créanme, hoy en día miles de personas dirán que están siguiendo la Tradición de Chen Xiaowang. Pero, pregúntenle a Chen Xiaowang mismo, ¿cuánta gente él considera que sigue su Tradición? Tal vez responderá que no mucha gente. Él considera todo esto desde la posición de la contemplación. Pero es poco probable que incluso muchos de los seguidores serios de Chen Xiaowang puedan comprender completamente su naturaleza, puesto que esta comprensión está relacionada con las proporciones y determinadas leyes que él expresa. Este es un Maestro único, pero su singularidad puede ser comprendida por poca gente.
¿En qué consiste su singularidad? En primer lugar, en el hecho de que han quedado pocos Maestros de su rango, y en segundo lugar, él demuestra las leyes de la Proporción. Para comprender las leyes de la Proporción, una persona debe por sí misma sentirlas. ¿Cómo se puede repetir la Proporción? Es imposible. Sí, si se fijan en diferentes Maestros, verán que lo hacen todo de diferente manera. Sin embargo, no es que todos tengan su propia Proporción, sino que ellos simplemente expresan esta Proporción. Comprendan una cosa, el Maestro no puede ser superior al Tai Chi Chuan. El Tai Chi Chuan son las leyes y los principios, y sólo el que sigue estas leyes y principios conocerá el Tai Chi Chuan. Y no es que cada persona que siga a otra -incluso si esta persona es “alguien”- será un Gran Maestro, en absoluto.
Un Maestro puede guiar a alguien sólo si es su Alumno. Y llegar a ser un Alumno en el mundo actual es imposible incluso teóricamente. ¿Por qué? Porque hoy en día es diferente el ritmo, son distintas las condiciones de la existencia. Pero el problema más grave en este caso es la cabeza. El ser humano no opera con su mente, lo que significa que no opera con su Concentración. La gente resulta incapaz de concentrarse y realizar incluso la tarea que le plantean. Y la Proporción, el desarrollo de la energía y la forma crean un gran lío en la cabeza de todo el mundo.
El Tai Chi Chuan es un Arte súper-intelectual. Pero, ¿qué tenemos nosotros hoy en día? La gente que entrena Tai Chi Chuan más se parece a unas personas agresivas “serenas”. Estas personas siempre andan descontentas por algo: “Yo soy tan bueno… ando despacio; mientras que los demás son tan malos, porque no andan despacio”. En realidad, se puede ver de inmediato cuando una persona entrena seriamente. Mientras que al desarrollar la energía en una etapa inicial, pero sin realizar las tareas con su consciencia, esta gente molesta a los demás de una manera elemental. Estas personas van y molestan. Esto se debe al hecho de que la consciencia aún no está regulada, falta la comprensión de la armonía y justo esto es la razón de muchas consecuencias. Por ejemplo, un Maestro habla a todos acerca de la Naturalidad, pero esto permanece incomprensible para la gente. Mientras que esto debería ser expresado y sólo así uno puede convertirse en la razón, el punto de partida en sus acciones.
La Naturalidad es la Proporción, es el Eje, y debe ser expresada. El Tai Chi Chuan es capaz de perfeccionar la Proporción. Y dónde uno aplique esta Proporción (en las Artes marciales o cualesquiera otras Artes) ya es un aspecto secundario. Porque únicamente en un cuerpo proporcional, en una forma, se pueden realizar las tareas y no en un cuerpo perdido, ni mucho menos con la concentración no desarrollada.
No obstante, la gente que tiene cierto nivel de enfoque y capacidad de escuchar (como regla general, es gente educada, bien informada, que estudia la lengua china o conoce ciertos Maestros) tiene otros problemas, relacionados con la deformación en el hemisferio izquierdo. Su consciencia tampoco está centrada. Estas personas cargan demasiadas ideologías, pero al mismo tiempo su cuerpo no funciona correctamente y simplemente excitan el hemisferio izquierdo o derecho de su cerebro, siguiendo lo que consideran necesario para seguir y no lo que, en realidad, deben seguir.
Cabe reconocer que en las condiciones del mundo de hoy, somos incapaces, aun queriendo, de seguir una Tradición, puesto que ya no existe en este período de tiempo el ritmo que existía antes. Poca gente puede dedicarse a sí misma al desarrollo correcto, dado que se debe saber qué es el desarrollo correcto y además debería persistir en la constancia. La única salida de la situación es formar en sí el Alumno.
Para comprender al Maestro, no se debe esperar a que el Maestro diga algo. Uno debe por sí mismo estar listo a percibir lo que no está en la superficie, únicamente lo que se le dice y saber leer entre líneas. Por ejemplo a una persona la corrigen de cierta manera, pero a menudo ella no entiende en qué consiste la tarea de esta corrección, no ve hacia dónde está dirigido el esfuerzo cuando la están corrigiendo. Es necesario tener concentración, es necesario tener un esfuerzo concentrado para ver la sutileza en al que se basa el Maestro. En realidad no se corrige a la persona en relación al cuerpo perfecto, sino que se la corrige en relación al propio cuerpo, lo que significa que esta corrección no es perfecta. Esta es una corrección necesaria para una persona concreta en un momento concreto para la realización de la tarea.
Esto quiere decir que uno debe constantemente preguntarse a sí mismo: ¿qué obtengo yo aquí? Y, en primer lugar debe preguntarse a sí mismo. En esto consiste la tarea. Pero lo más difícil es que al involucrarnos en la forma, no activamos nuestra consciencia en absoluto. Ella se activa sólo en una etapa inicial cuando empezamos a memorizar los movimientos, la forma, etc. Como resultado, sólo recordamos el esquema. Y esto es el máximo, en el que nuestra mente todavía está trabajando. Cuando ya hemos aprendido el esquema, empezamos a seguir las sensaciones en este estado y, lo más importante, comenzamos a aumentarlas. Este es el principio de Qi Gong.
Empezamos a desenrollar la energía Qi sin comprender su naturaleza, su tarea. Es importante entender que este tipo de energía nunca nos dará fuerza. Nosotros necesitamos otro tipo de energía completamente diferente. La energía Qi es necesaria para nosotros sólo para la recuperación del cuerpo, mientras que para su desarrollo necesitamos una energía transformada, destilada. Y en esto consiste el sentido del trabajo interno.
Sin embargo, aunque una persona parezca preparada para el trabajo interno, resulta que no tiene bastante fuerza en la consciencia o fuerza de concentración, puesto que ha desenrollado tanto la energía Qi, que ésta ya controla su mente, la cual ya es incapaz incluso de enfocarse. Por ejemplo: hacemos algún movimiento… Presten atención al hecho de que el grado del enfoque de la consciencia se pierde en este caso. Está bien si lo podemos guardar por 10 -15 minutos, porque cuando sólo el Qi empieza a aumentar y la sangre va directamente al cerebro (especialmente si realizamos algunos movimientos en el ritmo incorrecto), el cerebro, de hecho, se abre. La mente simplemente sigue los movimientos y la persona cae a la espera pasiva de que algún día el milagro ocurra…
27 febrero 2011