Los Trucos del Amor
El Amor es ante todo un cierto estado de la persona que expresa su relación con la naturaleza, con el espacio circundante y con las otras personas. El que conoce la naturaleza del Amor, conoce a la naturaleza del hombre, a su propia naturaleza. El hombre debe aprender a amar, aprender de amarse a sí mismo, aprendiendo los principios y las cualidades del ser humano dentro de sí.Amarse a si mismo significa conocer su espíritu. Sólo el que conoce su propia naturaleza puede expresar una actitud consciente con el mundo exterior, donde el hombre se conoce en el acto del Amor y la mujer en el estado del Amor. La naturaleza desconocida del Amor, el estado desconocido de Amor se convierten en un reflejo que viene de la naturaleza del deseo, el ansia por la naturaleza del consumo, que se basa en el principio de existencia animal, no en el principio de existencia humano.
Cuando el ser humano vivía en un ritmo natural acorde a su naturaleza, el Amor era un sentimiento pero ahora, en la actualidad se asemeja más al sacrificio, al cuidado, el aseo y este Amor se realiza sólo en una cierta parte de la vida, cuando la persona esta satisfecha con sus actos. El Amor es el sentimiento que tiene inherente la más alta posibilidad humana de experimentar el éxtasis.
La vivencia del éxtasis en el Amor tiene sus señales. En el primer lugar, es la capacidad de mantener precisamente el sentimiento de Amor. El Amor no debe ser dependiente de factores externos. Es una experiencia interior, es un sentimiento. Esta es la conciencia correcta de sus acciones o la conciencia correcta de su tiempo.
Si la persona llega a conocer el sentimiento de Amor, no puede quedar pasiva. El Amor es una forma de existencia. No requiere ninguna influencia externa, es auto-suficiente. El Amor sólo se puede hacer crecer. Si el Amor tiene límites, no es Amor, sino sólo un formato determinado, donde el Amor se puede desarrollar o no.
El Amor está privado de falsedad, no puede ser real o irreal. O es, o no lo es. Por consiguiente, tampoco se le puede dar una definición. Sin embargo, esto no quiere decir que no se le puede asignar una notación. El Amor es un sentimiento concentrado. Para un hombre, es un cierto estado de la consciencia, para la mujer es un cierto estado del llenado. Por lo tanto, el Amor no puede ser ciego, es muy claro y limpio.
El Amor es una fuerza, es una fuerte convicción del hombre y por lo tanto es una comprensión. Esta comprensión tiene principios y leyes que la perfeccionan y la ley fundamental suena así: el Amor debe hacer una persona más fuerte, no debilitarla. Si existe este sentimiento, tiene un cierto equivalente energético que se puede absorber. En otras palabras, el Amor, por lo menos, debería desarrollarse y a su vez a desarrollar la fuerza de voluntad del hombre y su intención. Alguien perezoso no puede conocer el Amor, sólo puede desear el estar enamorado y estar ilusionado que está enamorado.
El Amor es una necesidad. Es un sentimiento normal y más natural, inherente a la fisiología humana. Pero al perder ritmo natural, el hombre se ha privado a sí mismo de la más importante posibilidad, es decir, a realizarse en el Amor verdadero.
El Amor tiene un nombre y este nombre es Amor. Es decir, se trata de un sentimiento personalizado del hombre sobre sí mismo, o hacia otra persona, o por una vida extática, o por Dios... Si el Amor tiene un valor práctico, conecta a la persona. Este vínculo de Amor tiene un nombre que oculta una constante pero claramente identificable acción.
Al Amor hay que degustarlo. Se requiere una comprensión de la unidad del hombre con su propia naturaleza, con el espacio. Por lo tanto, en el Amor uno tiene que cuidarse de sí mismo y expresar las maneras de comportamiento que permitan realizarse en el disfrute a través del sabor, color, olor, sonido, acción ... Es decir, del Amor se puede hacer un maravilloso producto y luego éste se puede degustar. Pero esto es posible sólo en el caso de una constante sensación y mantenimiento del estado de Amor.
23 mayo 2010