Sistema linfático
Después del sistema circulatorio, el sistema linfático es la segunda unidad que determina las cualidades de nuestro cuerpo. Pero a diferencia del sistema sanguíneo que es el que llena nuestro cuerpo, la linfa juega el papel de elemento limpiador. Y si durante el primer período de nuestra vida — cuando la energía se desarrolla, nuestro cuerpo crece y se forma —dependemos más de las propiedades de nuestra sangre, en la segunda parte, se pone en primer plano precisamente el sistema linfático.
En la medicina taoísta estos dos sistemas determinan el concepto de la energía Yin-Qi (linfa) e Yang-Qi (sangre). De esta manera, la medicina taoísta considera todos los procesos en nuestro cuerpo a través del prisma del funcionamiento de la sangre o la linfa. Por ejemplo, la detención de estos líquidos puede ser fatal para cualquier sistema de nuestro cuerpo, cualquier órgano. Precisamente esta detención es la causa de la formación de neoplasia y, de hecho, crean problemas que luego llamamos enfermedades.
No obstante, la naturaleza de la linfa y la sangre es compleja también en el nivel genético que pone diferentes límites de la vida de estos sistemas. Según la medicina taoísta y Ayurveda, cada ser humano tiene su código de vida. Éste tiene parámetros físicos del tiempo, o sea cuánto se nos da. Estos conocimientos, de hecho, empujaron a la gente dedicarse al cambio de sus propiedades y condición, para "engañar" el código del tiempo inherente a nosotros. Para qué y por qué —aquí tenemos un montón de razones. Por ejemplo, para obtener un cuerpo más perfecto.
Sin embargo, debe quedar bien claro que incluso al sustituir el código (lo que no es tan fácil, pero es posible), ponemos todo nuestro sistema en otro sistema de coordenadas diferente, donde los cambios más grandes y las cargas relacionadas con ellos, caen en la sangre y los huesos. El mantenimiento de estos sistemas es muy importante, dado que necesitan un apoyo.
Por lo tanto, la linfa puede pasar por dos períodos importantes en su vida: el primer está relacionado con la mayor actividad de la sangre (hasta los 32-40 años) y el segundo, hasta el final de la vida. Aquí además podemos añadir también tercer período si hemos cambiado el código de nuestro destino.
¿En qué consiste la esencia y la importancia de este sistema?
El sistema linfático es un sistema muy importante del cuerpo que determina la inmunidad del ser humano. Si queremos realmente fortalecer la inmunidad, es necesario empezar con el sistema linfático.
El sistema linfático depende del estado interno del organismo y en consecuencia se divide en distintos esquemas funcionales. El sistema se regula por los vasos linfáticos y nudos que recogen el exceso de energía (un tipo de energía que está encargada del desarrollo fisiológico de la persona; pequeñas cantidades de esta energía se transforman por el cerebro y lo nutren).
Si la linfa capta más energía rústica o energía que no corresponde con la persona, se produce una inflamación que puede transportar energía innecesaria en el cuerpo, dañando diferentes partes de él.
Las zonas principales para mejorar el sistema linfático son:
- Externa – hueco poplíteo, codos, axilas, vasos linfáticos y los nodos del cuello y de la ingle que eliminan la energía de mala calidad e impiden su penetración en el tejido muscular y la sangre;
- Interna – orientada a la respiración y linfas relacionadas con los pulmones, bronquios y alimentación, la linfa del estómago, del intestino delgado y grueso; lleva la energía de los alimentos al cerebro. Para entender y trabajar con este sistema es importante comprender el trabajo del intestino grueso y los pulmones.
La localización de la linfa está relacionada con diferentes tejidos conectivos y en esto consiste tanto su gran importancia, como también peligro, puesto que a través de ella pasa la energía peligrosa que puede ir a los huesos, a la médula ósea y crear amenaza de daños. Ante todo, empieza a sufrir el sistema inmunitario y los primeros indicadores aquí son los problemas relacionados con este sistema, dolores en cóccix, la cintura y la parte baja de la columna vertebral (como forma de profiláctica, es muy recomendable el uso del Bálsamo 300).
Cualquier enfermedad, cualquier limpieza del organismo siempre está relacionada o con el sistema circulatorio, o con el linfático. Todo lo demás implica la comprensión de los parámetros bien verificados, que de todos modos dependerán del estado ya sea de la linfa, ya sea de la sangre. Sin embargo, a diferencia de la sangre, el sistema linfático puede penetrar más profundamente en la médula ósea y, en consecuencia en la espinal y en el cerebro. Y debido a que es portador de energía más fuerte, o de energía más generadora, la protección de nuestro cerebro se convierte en el concepto principal al hablar del sistema linfático. Al mismo tiempo, esto no es obligatoriamente relacionado con alguna enfermedad. Se puede realizar en el nivel de ciertas "inyecciones" pequeñas cotidianas que alteran el funcionamiento de nuestro cerebro.
Un ejemplo típico en este caso es el estómago que daña nuestro cerebro a través de la linfa, cuando tomamos comida mutada y de mala calidad. Incluso cuando tomamos una botella de Coca-Colla, nuestro organismo nos limpia de este producto psicotrópico a través del cerebro que de hecho, se expone de esta manera a las pequeñas ataques de la linfa, haciendo salir cada sustancia innecesaria de nuestro estómago.
La linfa juega un papel importante también para la aparición del efecto de retorno de la energía de la comida consumida. Si tomamos agua de buena calidad, entonces obtenemos nutrición adicional para nuestro cerebro. De esta manera, si debemos considerar las influencias profundas de todos los sistemas del cuerpo, entonces la linfa es la más importante entre ellos, que o nos mantiene, o nos destruye. Cualquier tipo de inflamación o problema, relacionados con la cabeza después de 32 años, está en la zona de las afecciones del sistema linfático. Por eso, su comprensión es nuestra preocupación por nuestra propia cabeza. Esto es especialmente importante para los practicantes, puesto que para ellos las cualidades del Enfoque y la Concentración tienen el significado más importante.
El movimiento del flujo de la linfa es un mecanismo bastante complejo: al principio la linfa va desde la periferia hacia el centro y después, al revés, según la cantidad de la carga, hacia la piel y saca afuera todo lo innecesario de nuestro cuerpo. Al mismo tiempo, el sistema linfático realiza el transporte de las moléculas grandes, cristaloides.
Esto significa que con la ayuda de la linfa, cualquier afección puede ir prácticamente a cualquier parte de nuestro cuerpo, fijarse allí y desarrollarse. Un ejemplo de esto son las células tumorales. Y si éstas además empiezan el proceso de cristalización, entonces, de hecho, en el fondo del mantenimiento de las células en diferentes zonas del cuerpo o en un vaso, los procesos pueden ser irreversibles. Así que, si mantenemos nuestro cuerpo en tono, no dejaremos a la sangre y la linfa crear procesos de formación innecesarios e incontrolados. Pero esto no quita la cuestión y se deben comprender más profundamente estos dos líquidos de nuestro cuerpo.
Igual que la sangre, el sistema linfático abarca todo nuestro cuerpo. Pero si la sangre depende de la circulación, la linfa – del reposo. Es decir, es un sistema del reposo, donde los vasos linfáticos y los ganglios linfáticos juegan el papel principal. Y si la sangre es un sistema abierto, la linfa es un sistema cerrado. La linfa, por así decirlo, se conecta direccionalmente con nuestro cuerpo, con el tejido conectivo de las partes más importantes del cuerpo, de hecho, dividiendo el cuerpo en tres partes y filtrando el líquido a través de los capilares linfáticos. El transmisor principal del líquido en la linfa es el sistema digestivo del ser humano. Éste entrega el "líquido turbio" y es el segundo nodo importante, o sistema para la linfa después de la cabeza.
Y en este caso es interesante el mecanismo de interacción con el cerebro que no tiene relación directa con la linfa (es decir, con el sistema capilar y con el sistema óseo) y al mismo tiempo está relacionado con ella gracias a los flujos de linfa que se conectan con la sangre a través de los vasos linfáticos de los músculos. Pero si los pulmones, es decir la respiración, determinan el movimiento de los leucocitos hacia arriba, al cerebro, el flujo de linfas derecho se conecta precisamente con la zona entre los riñones y con la médula ósea. Así que, podemos decir que en algunas zonas la relación de la linfa con nuestro cuerpo es directa y en otras se realiza a través de la sangre. Al mismo tiempo, la linfa no depende del flujo de la sangre y el movimiento en la linfa es cinco-seis veces más lento que en la sangre en estado de reposo.
Este flujo se hace más fuerte como resultado del impacto físico sobre las extremidades de los vasos. Y aquí surge la tercera relación importante del sistema linfático: los pies, las rodillas, las caderas. Indudablemente cualquier presión cambia el movimiento en la linfa, especialmente la atmosférica, pero el indicador más importante es el momento de formación de los linfocitos en los ganglios linfáticos, que se determina por el funcionamiento del sistema inmunitario. Y este trabajo va desde abajo hacia arriba. Es decir, el trabajo con la linfa se debe empezar primero con los pies, luego en la cavidad abdominal y recién después arriba.
Grupos de ganglios linfáticos
Grupo superior. Localizado en el cuello.
- Cervical
- Occipital
- Retroauriculares
- Pre-auriculares
- Submandibular
Grupo medio. Localizados en las axilas.
- Bronquiales, que conectan la respiración y el corazón
- Mediastino. Tórax
- Axilar
- En el codo.
Grupo inferior. Localizado en el ingle.
- Cavidad abdominal (aquí entra gran grupo de vasos del tracto digestivo y el sistema secretorio)
- Región hepática
- Lumbar, región sacra
- Región inguinal y el área de la vejiga
- Poplíteo.
Puede conocer el tema también en la Sección Salud de las mujeres.
21 marzo 2011