El ritmo del ciclo menstrual
Nuestro cuerpo representa las tres condiciones del Universo. Estas condiciones se iban cambiando durante el período de la formación de la Tierra. Al principio, representaban la Tierra plana, cuando la Tierra aún no era redonda. Era un período de formación y determinación de la Tierra por las condiciones del agua, es decir la cristalización del aire, o el llenado y la estructuración y, de hecho, de la fuerza misma que se producía desde la interacción del agua con el aire. Esta fuerza era un cierto ciclo en el que la energía pudo ser concebida y absorbida.
A imagen y semejanza de este proceso existe también el cuerpo de la mujer, cuya tarea es no sólo de generar vida, sino que también de llenar el espacio. Esta cualidad del cuerpo femenino fue usada por los tracios en Mesopotamia, los griegos, los egipcios, en general podemos decir que todos los pueblos hasta los incas.
Esta es una cualidad muy importante de las mujeres: la capacidad de llenar el espacio de una manera natural. Se trata de una característica de los procesos energéticos, en los que la tercera fuerza está representada por el ciclo menstrual, que debe ser vinculado a la tarea de la generación y el ritmo debe corresponder con el ciclo “luna nueva-luna llena”.
Es una condición específica de la existencia del cuerpo, cuando en las distintas partes del cuerpo, se realiza una absorción de la energía. Es decir, en el cuerpo de la mujer, el ciclo de la redistribución de la energía es igual a 28 días. Empezando por el útero, la energía pasa por todas las partes (si el ciclo empieza durante la luna nueva).
Si en la mujer, el ciclo no corresponde con el ciclo de la luna, entonces se provoca una distribución desigual de la energía por el cuerpo y, como resultado, el desarrollo incorrecto de los sistemas de cuerpo. Así que, lo primero que debe hacer una mujer es de regular su ciclo. Como regla, el ritmo de la vida y la alimentación son las cosas básicas que alteran el ciclo.