El Ritmo es el útero
El Ritmo es la expresión o la determinación de indicadores ya establecidos. El Ritmo siempre es integridad; pero la integridad no siempre es la correcta, ya que puede estar representando indicadores relativamente más bajos determinados por el espacio.
Tomemos como ejemplo el triángulo escaleno. Si inscribimos dentro de él un círculo, entonces éste será íntegro respecto a sí mismo, pero no será íntegro respecto a la superficie del triángulo. Resulta que cualquier expresión de la integridad del círculo dentro del triángulo no sería una expresión del triángulo mismo.
En este caso, el triángulo se apoyará en la integridad del círculo, pero no tendrá una realización íntegra, ya que dentro se pueden inscribir muchos círculos, donde cada uno de ellos poseerá su propia fuerza. Sólo una tercera fuerza es capaz de conectarlos y unirlos.
Tomemos, por ejemplo, el ritmo de la Salsa: uno, dos-uno, dos, tres. Aquí combinamos el ritmo del triángulo rectángulo con el ritmo del triángulo isósceles que forma enlaces en los que todo dependerá de hasta qué grado nosotros mismos somos una figura íntegra.
Es decir, cuando buscamos la base del ritmo, debemos conocer su “útero”. Igual que en lo relacionado con la mujer: si ella tiene un útero perfecto, entonces ella determina el ciclo completo de la circulación de la energía. Si en el útero hay algunas alteraciones, entonces la mujer obtiene un aumento de la circulación o su disminución. O sea, el Ritmo depende físicamente de la figura y la fuerza del útero. La única diferencia es que en las mujeres esto es un órgano y en la figura es un ángulo. De hecho, el útero es la esfera que fija el ángulo de influencia y no alguna otra figura.
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