Modo de expresar el Ritmo
La expresión del Ritmo es, en primer lugar, una percepción. Y el modo de expresar el Ritmo es la capacidad de vivir en el sistema de señales, en el cual las señales también forman un sistema, en el que el número de planos se convierte en un volumen. Pero para comprender este volumen, debemos enamorarnos de los números.
¿Es capaz la gente de enamorarse de un número? Para comprender el Ritmo es necesario enamorarse de él; pero para enamorarse del Ritmo, al principio uno ha de enamorarse del número. Hablamos mucho del amor, pero para que se pueda expresar, debemos enamorarnos del amor. Y para enamorarnos del amor, debemos enamorarnos del Ritmo. Y para enamorarnos del Ritmo, debemos enamorarnos del número. Es un círculo cerrado. Y en este círculo cerrado debe uno saber cerrarse. Sólo entonces podremos adquirir la energía que nos permitirá enamorarnos del número.
Es decir, es imposible enamorarse del número sin expresar las condiciones, sin crear, sin formar este amor. ¿Cuál es el sentido de razonar y filosofar acerca del amor sin comprender su expresión, sin ser capaz de amar el número? Para lograr esto, es necesario estar en contacto con el desarrollo en el que Uno da origen a Dos y no en contacto con la destrucción en la que Uno da origen a menos-uno o a Tres.
Incluso si comprendemos cómo Uno da origen a Cero, esto ya es un desarrollo, ya que comprendemos el paso hacia atrás. El paso hacia atrás o el paso hacia adelante, no importa, dado que tanto el primero como el segundo son pasos. Si conocemos el paso en cualquier dirección, entonces podremos expresar otro paso, también en cualquier dirección. Éste es el modo de expresar el Ritmo.
El Ritmo es el paso, es el crecimiento junto con nuestros índices energéticos, físicos y mentales. Precisamente estas tres condiciones deben estar presentes en el modo (de lo que hablaremos más tarde).
No necesitamos una revelación sin una base comprobable, ya que será sólo una parte de la información, aunque nos darán por un corto tiempo algunas vivencias supremas. Ellas serán simplemente emociones sin la presencia de una forma comprobable.
Y aquí, la forma comprobable fundamental debería ser la densidad de la materia, la densidad de la Medida, que caracteriza al Ritmo. Esto es semejante al apoyo de la respiración o del paso. Si nuestra respiración no tiene orientación, entonces no tiene un volumen suficiente, entonces ¿de qué crearemos la densidad? Si nuestro paso no posee fuerza, entonces, falta una Orientación real. Puede que les parezca que van adelante, pero en el mejor de los casos, no avanzan.
Si están a mi lado, en dos segundos les puedo probar que el 70% de la gente es incapaz de andar hacia adelante, sino que van hacia atrás. Éste es el engaño más grande de la humanidad: las personas creen que van al trabajo, a la Universidad o al mercado, pero en realidad salen de ellos. Hasta que nuestras acciones no tengan contenido, tampoco tendrán una expresión. El contenido es un concepto físico en el que somos capaces de hacer a nuestra mente, cuerpo y energía actuar.
De hecho, debemos comprender un modo: el modo de ligar nuestros componentes físicos, mentales y energéticos, y sólo entonces podremos hablar de modos. Al no aprender el único y el más importante modo, el de profundizar en lo que puede ser multiplicado, nos perdemos en acciones en las que Uno da origen a tres o menos-uno. Es decir, para nosotros es importante no arrojarnos en lo que no podemos ver y evaluar el proceso de nuestras acciones.