Fortunato Condori Zúñiga, el joyero de la marca “Ben Chelero”

Toda su vida, Don Fortunato pasó en San Blas, cerca de Cuzco (Perú). En 1989, cuando tenía 15 años de edad, entró en el taller del maestro Carlos, que durante tres años le enseñó el arte de trabajar con arcilla.

Después de la muerte del maestro Carlos, él conoció el maestro Álvaro Gerardo, quien al ver las habilidades del joven en el trabajo con la arcilla, de inmediato lo invitó a su taller de joyería de plata. Eso fue en 1992, cuando Fortunato aún estaba en la escuela secundaria, estudiando por la mañana y trabajando por la tarde. Así Fortunato se dedicó al arte de trabajar la plata.

Desde 1995, comenzó a aprender a trabajar con el oro. En 2006 llegó el primer reconocimiento, sus obra comenzaron a ser apreciadas y solicitadas para exposiciones y concursos, ganándolos, Fortunato recibió premios como el mejor joyero.

Con todo esto, Fortunato está más interesado en la filosofía de lo que está haciendo. Para él, es importante que no sea sólo un artesano, sino creador de lo que está haciendo. Fortunato hace todo el trabajo con las maquinarias de los incas, que son en más de 600 años. Así él trata de mantener el arte de los incas.

En el año 2006 conoció a Ben Chelero y se impregnó de la idea de hacer Objetos del Poder, que convirtieron en una nueva tendencia en la obra de Fortunato. En 2011, Fortunato se convirtió en joyero de la marca “Ben Chelero”, implementando en su trabajo con oro y plata distintas ideas desde la posición de los Objetos del Poder.