Román Cherne
La vida como un proceso integrado, así podemos describir a Román Cherne (Atlanta), quien transforma toda su vida en las leyes de la creación. Al haber trabajado constantemente en los procesos de la existencia convirtiéndola en el Arte de la Gran Obra, él hizo de su vida un servicio al proceso, al espacio. Todo eso le convierte en un personaje singular, incluso hasta cierto grado en el Hombre Perfecto.
Le inquieta la pregunta de cómo trasformar la falta del deseo o incluso la incapacidad, en un proceso natural del hacer. A lo largo de 20 años Román permanece en un espacio relacionado con ciertos tipos de desarrollo. Su capacidad de trabajo y permanencia son únicos. Y, lo más interesante es que su potencial no está agotado o realizado, ni mucho menos.
Su capacidad de servir a lo pequeño y a lo grande le hicieron una persona insustituible para el alquimista Jie Kong (El Maestro), Gleb Cherny (El Investigador), el arquitecto etéreo Shaaban (El Filósofo), el personaje de imagen pública Ben Chelero (El Explorador), con quienes, de hecho, se entrelazó su historia personal. Pero, al mismo tiempo siempre destacaron su autosuficiencia e individualismo, que provienen de su propia autoorganización.
La interacción larga con los Maestros convirtió naturalmente al Atlanta en un alquimista, que le permite dedicar todo su tiempo al hacer relacionado con el laboratorio del desarrollo del ser humano. A lo largo de 20 años está al borde de las vivencias reales e irreales siguiendo las reglas y los Geis establecidos. A pesar de que es el Maestro del proyecto “La Mujer Perfecta” sigue siendo el Alumno y va naturalmente por el Camino del desarrollo, limpiándose despacito de todo lo incontrolado e innecesario.
Tomando participación en muchas expediciones, generó enorme experiencia en la organización y la realización de diferentes giras de estudio. Recibe dos títulos universitarios en Australia, pero prefiere en su vida el desarrollo, las investigaciones y los viajes constantes.
La imagen del Atlanta sirvió de prototipo del protagonista en el libro “El Tao de Heriq. La Inmortalidad”.