El dilema del desarollo del Homo Sapiens
Supongamos que alguien plantea la pregunta "¿qué es un ser humano?", aparentemente es una buena pregunta, incluso podemos pensar que es una pregunta necesaria. Pero para hacer esta pregunta primero hay que prepararse, para la pregunta y para la respuesta.
Incluso si esta pregunta surge, la conciencia y el cuerpo no están preparados para reconocerla. Es como encender la PC por primera vez y tratar de entender qué se trata todo eso que aparece allí. Es lo mismo para un ser humano. ¿Quién y cuando dijo que la capacidad de reconocimiento humana tiene las condiciones de comprenderse a sí misma como ser humano?
Para empezar debemos pensar en ello e identificar las tareas a resolver a lo largo de la vida. Si estas tareas son de carácter puramente cotidiano, entonces no hay que preocuparse, este tipo de persona no entra bajo los signos humanos de la existencia.
Hay dos funciones que diferencian a un ser humano del resto del mundo: sus experiencias y su conciencia. Pero la primera sin la segunda es como nada. En consecuencia hay una tarea, si se quiere corresponder al funcionamiento de un ser humano: el desarrollo de la conciencia. Por supuesto que es fácil de decir pero no tan fácil de hacer, ya que la humanidad perdió el concepto de las funciones del cerebro y la conciencia del cuerpo se ha desarrollado para beneficio del medio ambiente, y las emociones han creado condiciones de vida humanas inversas.
El ser humano moderno no depende de la conciencia. Él no tiene fuerza. No está centrado. Por otra parte, ocurre un intento de desarrollar la conciencia en nuestra sociedad cuando energéticamente, física y bioquímicamente simplemente no se está preparado para el desarrollo. Resulta entonces que una persona comienza a pensar en contemplar y hablar sin haber llegado a la conciencia, y la única manera de detener este proceso es hacer que la persona observe, es decir, poder detener las reacciones en la conciencia, de manera que por lo menos se aprenda a girar el pensamiento de izquierda a derecha y de adelante hacia atrás. En esencia, hay que atraer al ser humano hacia una constante tarea de desarrollo.
Pero, ¿cómo se hace en una sociedad donde cierta conciencia activa es dominante, donde prácticamente no hay personas que sepan cómo pensar y trabajar en sí mismos diariamente?
No veo ninguna otra forma, excepto tratar de hacer un esfuerzo para prevenir al menos a una parte de los que corren hacia el futuro perdiéndose a si mismos; uno debe entender que en el estado actual un ser humano no puede practicar correctamente, inclusive si la propia naturaleza se encuentra bajo el desarrollo. Y aunque hay desarrollo y es una tarea fundamental humana, no se está preparado para ello. Por lo tanto, para la comprensión, la preparación, es necesario identificar el concepto mismo de desarrollo en partes.
¿Qué es el desarrollo? El desarrollo es un estado de continuo desarrollo de la energía y las cualidades, también purificándose a sí mismo de características innecesarias dadas desde el nacimiento. Debe haber algo que desarrollamos y aquí tenemos que entender de qué particularidad se trata y por qué la desarrollamos. Esta es una pregunta muy importante, y, por ahora, vamos a ponerla a un lado por la razón de que no la responderemos sin una correcta orientación de la conciencia y las habilidades para operar con ésta.
Ante todo un ser humano tiene que estar educado sobre esta cuestión. En lugar de esto tiene instaladas ciertas ideas que muy posiblemente no correspondan a la propia naturaleza. Incluso si se corresponden, no las entiende.
Existe una ciencia que enseña la geometría de la conciencia. Los egipcios, los celtas y los taoístas la enseñaron. Está basada en la capacidad de enfocar la mente y utilizarla para manejar la comprensión de la experiencia ligada a la vida. Esto no se enseña en nuestros días, incluso lo que sucede es lo contrario: el ser humano está desconcentrado. Y sólo un pequeño grupo está luchando en el rescate de si mismos cubriéndose con aspiraciones artísticas y espirituales. Pero este grupo no es comprendido y aceptado por la mayoría, y en consecuencia no se está desarrollando tanto como sí está defendiéndose de la mayoría de sujetos descentrados no pensantes de la tierra. Y no creo que estos últimos sean personas sin educación. La mayor parte de ellos están tomando posiciones dominantes en la sociedad.
Necesitamos conciencia para entender que el cuerpo debe servir a la mente, y no al revés. Miren a estos objetos amorfos que dependen de procesos brutos en variadas formas. ¿Creen que ellos se encuentran en un estado de poder comprender experiencias profundas? Por supuesto que no. Pero el problema no es que ellos no entienden, los problemas están en que no permiten que los demás entiendan, incluso a nivel físico. El cerebro está en viás de desaparición.
La humanidad no puede desarrollar ni siquiera el cuerpo. Se ha perdido la proporción de la forma, y el estado junto con eso. Y parece tan simple de explicar que un cuerpo es un recipiente y dependiendo de cómo se está sintonizando es que produce un sonido. ¿Quién diría...? Pero, ¿quién y qué hacer al respecto?
Incluso habiendo reaccionado y empezado a hacer algo, el ser humano se enfrenta a un problema de entorno del que hablamos anteriormente, es decir, no puede seguir adelante. Incluso si se sienta en el auto correcto no puede disfrutar de su manejar, porque la carretera está llena de baches y todo el mundo está conduciendo sin respetar las reglas. Y en quince minutos se olvida adonde se dirige y por qué va. Uno tiene argumentos y reacciona a los argumentos de los otros.
Todo alrededor estamos observando una disminución en las capacidades innatas de los seres humanos y la constante interferencia con la capacidad del individuo para seguir sus propios objetivos. Si uno no ha comenzado a trabajar en una tarea ¿cómo se da cuenta de la esencia de su significado y sentido?.
¿Cómo puede uno conducirse a si mismo hacia una experiencia si no hay forma en la que la experiencia pueda suceder? Como resultado, uno solo va hacia un estado reactivo y cae en una dependencia del mismo. Y entonces se comienza a defender la propia situación y la defensa en si misma, en todo lo que de alguna manera lo calme a uno mismo y a la propia "in-satisfacción. Cuando el cuerpo y la mente no tienen forma entonces no hay posibilidades.
Pero para ir por un camino de formación de uno mismo se precisa algo más que un deseo. Y ese "más" necesita ser cultivado. Por ejemplo, el tiempo. Obviamente, todos vivimos en el ciclo de los acontecimientos naturales, pero eso no nos debe detener de la condición del ser humano. Si el mundo que nos rodea está tratando de destruirnos no significa que debamos estar de acuerdo con ese estado de cosas. Sin embargo, no hay que luchar con el mundo que nos rodea, sino sentirlo y sentirnos a nosotros mismos en él. Y lo más importante no es buscar una respuesta para mañana, sino arribar a ella después del mañana. Para el mañana, no hay condiciones internas o externas. Trabajando hoy, estamos creando el después de mañana. Y durante algún tiempo, no estaremos en en condiciones de verlo, pero podemos observar a quienes sí pueden.
10 junio 2011