Conocimiento por dinero
¿Es el conocimiento, comprado por dinero, un Conocimiento de verdad? Esta es una muy buena pregunta. Y para mí es muy importante. Veinte años estaba rodando por el mundo buscando Aprendizaje y durante mucho tiempo no podía adquirir conocimientos en unas u otras escuelas, ya que debía pasar por todas las etapas del Aprendizaje. Y si uno no entra en el círculo limitado de los consagrados, entonces nunca podrá obtener conocimientos y ni siquiera información. Esto, por un lado. Pero lo más interesante es que incluso no toda la gente que entra en este círculo posee información. Resulta que la Tradición representa sólo ciertas relaciones íntimas, pero no siempre un conocimiento verdadero.
Luego, en mi vida conocí algunos norteamericanos insolentes que me enseñaron a comprar los conocimientos. Yo siempre he creído que es suficiente ser un estudiante fiel, pero resultó que no. Uno simplemente se convierte en persona conveniente, pero a menudo el provecho no corresponde a la conveniencia.
Es decir las condicionalidades están presentes en todas las enseñanzas, pero la conclusión es una sola: si a uno no le han enseñado a aprender, entonces no importa de qué manera va a tratar de adquirir conocimiento, por dinero o no. El conocimiento es el esfuerzo personal de cada persona. Por ejemplo, si uno sabe aprender, siempre va a determinar el nivel de los conocimientos y la importancia para sí mismo de aprender de uno u otro Maestro. Y no va a quedar en la situación de estar “apastándose” donde no conviene, por un largo período.
Por dinero uno puede comprar lo que necesita, pero no conocimiento. Porque lo comprado, luego debe ser convertido en conocimiento. O sea, es importante pagar no por la enseñanza, sino por lo que uno quiere adquirir. Y a uno debe quedarle bien claro, qué precisamente él quiere adquirir. Supongamos que una persona ha pagado por aprender algunos ejercicios o secuencias. Y los ha aprendido.
Luego, debe pagar por la respuesta a la pregunta: “Y, ¿qué hago con mi pierna izquierda, por ejemplo, en esta secuencia?”. Si no recibe la respuesta, entonces va a otro lugar, la busca y la obtiene.
Es importante comprender el Método. El Método es la base inicial del Aprendizaje. Mucha gente paga dinero por nada, pero ¡esto ya es una irresponsabilidad! Hay que tener experiencia y comprender la base y luego ha de surgir la cuestión: se puede o no se puede. Si uno está en la orilla, pensando en si puede pescar o no puede pescar algo, sin tener una caña de pescar, entonces esto ya es una cosa al azar.
Luego, no hay que olvidar en qué mundo estamos viviendo. Hay que encontrar a la gente de la que realmente puede comprar algo. ¡No hay nada que comprar! Además, en realidad debe pensar no sólo en qué comprar y cómo comprarlo, sino qué hará luego con esto.
Si uno no trabaja en sí mismo cada día, entonces sería mejor esconderse en un lugar apartado y no asomarse en absoluto. Yo, antes de empezar a determinar el conocimiento, pasé diez años laborando de día y de noche. Y como resultado, adquirí lo más importante: la experiencia y la capacidad de aprender. Para mí, el Profesor verdadero no es el que da conocimientos, sino el que enseña a aprender.
Hoy en día (cuando nadie trabaja en sí mismo y no hace nada, sino solo está razonando y hablando), no hay ninguna diferencia entre si uno ha comprado algo o no, ya que además hay que ser capaz de “digerirlo”. Pero el tema es muy importante para los que consideran la práctica desde el punto de vista del dinero. Hay que estar listo de practicar, en vez de calcular el precio del conocimiento.
Y, es cierto, que a pesar de que, como dije, vendo “una mercancía”, en un sólo día doy más información de la que recogía durante años y por la que, de hecho, pagué cien veces más. ¡Y no es esto algo que acelerará al hombre! Además hay que saber absorber y analizar esta información. Añádase a esto también la responsabilidad.
11 febrero 2012
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