El olor del vecino
Hablando del control sobre el proceso del Llenado, ¿habla de cierto esfuerzo de observación mental (como de ser consciente en el sueño, permitiendo a lo que pasa, suceder) o de una intervención activa?
Aprender a controlar el proceso del Llenado del cuerpo, ¿significa poder concebir conscientemente, más profunda y sutilmente los errores inevitables o cambiar la ración principal de la alimentación para que el estómago no resulte “sobrellenado”? ¿Mantener el cuerpo en el trabajo con las formas de Tai Chi por más tiempo, aunque el cuerpo no lo quiera, para que se muestre más claramente la intensidad de las sensaciones internas? ¿Reflexionar sobre pensamientos correctos hasta “enloquecer”? Y si estas son etapas consecutivas, entonces, ¿cómo comprender cuándo es la hora de empezar a actuar? En realidad, la “decisión simple” tal vez será una consecuencia de la dependencia y del estado caótico… Podemos oler el agua antes de tomar el primer trago, pero ¿a qué huele el modo “sabroso y nutritivo”, por ejemplo, de hacer dinero o de conversar con los vecinos?
El Llenado es un determinado hecho, es una consecuencia y aquí no debemos hacer nada excepto observar si estamos de acuerdo o no con lo dicho. Es imposible hacer algo con el Llenado teniendo las proporciones que tenemos: debemos cambiarlas. Y no podemos transformarlas sin esfuerzo.
Tampoco debemos controlar estas proporciones. Debemos comprender los mecanismos del cambio, dirigidos al principio a la reducción o el aumento del volumen del Llenado (dependiendo de las condiciones indicadas). Es decir, en este caso se trata de un proceso relacionado con la recuperación.
Y si nos falta la energía necesaria, entonces debemos, ante todo, recuperar todas las condiciones para la existencia física normal. Y si nos sobra, entonces debemos reducir la dependencia de ella. Únicamente al recuperarnos podremos incluir el control consciente, aunque como regla general, la mente también debe ser recuperada.
Por lo tanto, tenemos que considerar el Llenado sólo desde el punto de vista de la recuperación, para que no nos impida nada cuando empecemos a generar energía o, por lo menos, para reducir al mínimo los procesos que nos limitan. Es decir, en esta etapa no debemos ir más allá de mantenernos en la atención y la observación.
El Tai Chi ya es una condición para la generación de energía y aquí debemos entender si nos hemos recuperado antes de haber empezado a construir algo nuevo. Podemos caer en la dependencia del Llenado y llegar al síndrome de Buda, y luego no podremos salir de esta situación.
En lo que se refiere al olor del vecino o el dinero y cómo comunicarse con ellos, entonces al principio debemos apoyarnos en la capacidad de observar y percibir qué es el vecino y qué es el dinero. Y, en cuanto al tema de ganar dinero, esto es un esfuerzo. Y aquí surge la pregunta: “¿lo hemos creado?”. El esfuerzo es un proceso natural de tensión, controlado por nuestra consciencia. Si no lo tenemos, entonces cualquier ganancia se refiere al mismo tema del Llenado. El dinero debe ser dependiente de nuestro esfuerzo y no de las reacciones que aumentan la función del Llenado.
Lo mismo pasa con el vecino. ¿Qué le da a una persona la comunicación con su vecino? ¿Llenado? Entonces, debemos darnos cuenta qué es lo necesario para nuestra recuperación. Y si no, entonces mejor déjale al vecino seguir siendo un olor o, aún mejor, un aroma.
13 junio 2012