El estado de la consciencia
“Por supuesto, todos los puntos dichos anteriormente no son nada, con relación a lo en qué estado está nuestra consciencia, muy desordenada, desarrollada o sobre-desarrollada”. Si es posible, explique más detalladamente los estados de la consciencia y los momentos claves de la recuperación en cada uno de los casos.
El estado de la consciencia del ser humano está determinado por la característica de su cuerpo, o mejor dicho, por su integridad. Cuanto más unido es el cuerpo, tanto más unida es nuestra consciencia. Si el cuerpo no está unido, entonces la consciencia está dividida en episodios que dependen de los diferentes grados de actividad de unas u otras partes del cuerpo. La consciencia alimenta el cuerpo y a su turno está alimentada por él mismo, por lo tanto, cuanto más fragmentado es nuestro cuerpo, tanto más imperfecta es nuestra consciencia.
La unidad del cuerpo está determinada por la circulación de la energía. El cuerpo tiene cierta medida y cuanto más perfecta es la circulación, generalmente dicho, que en un giro abarca la cantidad máxima de los sistemas vitales, tanto más íntegro es nuestro cuerpo y tanto más íntegra es nuestra consciencia. La consciencia no puede vivir fuera de los procesos energéticos que ocurren en el cuerpo, los que principalmente dependen de la integridad del cuerpo. Además, cuanto más fragmentado es el cuerpo, tantos más estorbos internos tenemos y todos ellos influyen en diferentes zonas del cerebro. Cuanto más íntegro es el cuerpo, tanto más centralizadamente la energía entra en el cerebro. Cuanto menos íntegro es, tanto más reacciones tenemos.
Destacar casos similares es simple, pero no se puede y es incorrecto, e incluso peligroso recuperar sólo ciertos sistemas, especialmente los relacionados con la mente. El asunto se debe solucionar fundamentalmente: hay que perfeccionar la geometría del cerebro. La solución local del problema es simplemente incongruente. En realidad, también la vida adquiere un matiz de falta de sentido, debido a la dependencia local de nuestra consciencia.
La dependencia local es una reacción a la ira, alegría, rencor, miedo, etc., es decir todo lo que se llama emoción y compone su esencia. El hombre que no tiene unidad, no puede experimentar y sentir estos procesos, él sólo reaccionará a ellos. Esta es la diferencia entre la emoción y el sentimiento. Y por mucho que hablemos de los sentimientos, sin la consciencia concentrada, no podremos experimentarlos realmente. Es que simplemente muchos llaman “sentimiento” a la reacción (que de hecho es una emoción) al sentimiento, lo que no es correcto.
Además, el máximo, que es capaz de conseguir una consciencia no concentrada, es un enfoque no duradero, lo que no es suficiente para una vivencia. En el mejor de los casos, ella sólo observa o presta atención a algo. Es decir, el límite de la percepción de ciertos eventos y ya después su evaluación, son muy débiles.
Incluso un cerebro muy desarrollado e inteligente es un desplazamineto de la consciencia. Sí, por supuesto, él es capaz de producir algún tipo de inducción cognitiva o trinidad de la percepción, pero no es capaz de ver, por así decirlo, el hecho del descentramiento a la izquierda. Aunque, por regla general, esto es muy obvio, sólo hay que mirar en el espejo (y mejor en aspecto desnudo).
24 enero 2018