La calidad del Llenado cambia el esfuerzo
Si el Llenado no es un proceso cerrado, entonces, ¿resulta que es un estado transitorio para la construcción de un circuito cerrado? ¿Cómo podemos cambiar la calidad del Llenado, si, estando en la sociedad nos llenamos de reacciones, comida, el estado del lugar? ¿Puede la elección del lugar cambiar la calidad del Llenado?
Es importante entender que las condiciones del Llenado son inherentes a nosotros desde nuestro nacimiento y no importa dónde estemos: de todos modos percibiremos el Llenado de la misma manera dondequiera que vayamos. El Llenado por sí mismo es, por así decirlo, energía de rango inferior. Es una base necesaria para la creación del esfuerzo y para salir de la dependencia del Llenado. O, mejor dicho, sirve como herramienta para cambiar la dependencia externa por la interna. En efecto, aun encontrando un lugar de alta calidad, no llegaremos a llenarnos de él antes de haber cambiado el mecanismo del llenado que nos ha impuesto el espacio de nuestro hábitat y el tiempo pasado viviendo dentro en él. Si echamos gasolina de buena calidad en un auto dañado, entonces éste no sólo no funcionará mejor, sino que no se moverá en absoluto. Por ejemplo, mucha gente va a Tíbet en busca de conocimientos y todos simplemente se “desconectan”, dado que la energía no es la misma que la que estas personas están acostumbradas a usar.
Ni un solo lugar puede ser un “lugar del Poder” para el ser humano si no ha aprendido a adaptarse a lo nuevo. Y no debemos olvidar que nuestro cerebro lleva un largo período de tiempo acomodado a la energía del Llenado y ya funciona más lentamente. Por eso hoy en día, para enseñar a la gente, incluso a enfocarse correctamente, se requieren esfuerzos enormes. Y, por supuesto, debemos cambiar esta situación a pesar de lo que tenemos y no perder tiempo en la espera de encontrar un lugar mejor.
¿De qué sirve ir a un lugar de poder, si no somos capaces de usarlo? Por una parte no podemos, pero, por otro lado, además ¡nadie nos da la posibilidad de desarrollarnos! Desde luego, una cosa es ir a algún lugar por dos semanas, disfrutar del espacio y regresar. Otra cosa diferente es, por ejemplo, residir un mes o más en algún lugar, como hacen miles de personas en la India o en el mismo Tíbet y simplemente se convierten en espíritus volantes de estas zonas.
07 junio 2012