Ori (Sintonización)
La clave para la comprensión de los Orishas radica en la capacidad y la habilidad de concebirlos conscientemente. La concepción del Orisha es un viaje peculiar. Es la capacidad de encontrar, identificar y discernir la fuente. Si tenemos presente tal tipo de concepción, entonces esto se llama concepción personal. La concepción personal nos ayuda a abrir el Código personal y, en consecuencia, una persona empieza a representar su propio destino y no simplemente seguirlo. En los yoruba, el Código personal del ser humano se determina por el concepto de Ori. Precisamente a través de Ori, una persona interactúa con los Orishas.
Se cree que cada persona tiene su propia representación Ori, que recibió de Olodumare. Precisamente ella es lo que determina la relación directa con cierto Orisha o la imposibilidad de tener tal relación. En este último caso, se le da un Orisha intermedio o local. Así que, en realidad, a la persona no se le asigna un Orisha particular, sino se determina su relación con él.
Gracias a Ori, la persona penetra en la matriz, que es una cierta proyección. Esta matriz, u Odu, determina el conocimiento verdadero que está compuesto de 14 Orishas. Catorce Orishas es una medida, es el río Orun. El que conoce su Orisha, conoce el secreto de la existencia de Avo. El secreto de la existencia, es el conocimiento del destino y el conocimiento de la idea de su personificación o reencarnación “Atunva”. El poseedor de Ori recibe esta propiedad antes de nacer y, de esta manera, gracias a Ori, elige su destino aun antes de su nacimiento.
El conocimiento de nuestro Orisha es el seguimiento correcto de nuestro destino. Al seguirlo, podemos atraer, acumular y reforzar. La consciencia debe llenarse constantemente del espíritu, de la fuerza, como un instrumento que estimula la influencia de Ori.
La influencia de Ori es una peculiar ciencia acerca de la inspiración. Es la poesía escondida de yoruba, donde la persona toma parte en la elección. Es imposible alcanzar algo sin la percepción de Ori. Debe quedarnos bien claro que Ori no es una fuente de fuerza; es una dirección, movimiento adonde hay poder o la dirección de la fuerza misma. Es un Intento, un Intento controlado por la persona.
En la creencia tradicional, Ori se correlaciona con el concepto del Orisha, o sea, es un Orisha. Y después de Olodumare, que es el ser supremo, Ori es el más importante, puesto que es responsable de la reunificación. Una persona sin Ori es una persona sin cabeza, es decir, vive sin dirección. Es imposible vivir sin conocer la fuente de la vida, sin gobernar la dirección, viviendo sin un rumbo en las acciones.
Para Ori, lo correcto es tener su nombre propio. El nombre verdadero siempre está relacionado con el Orisha. El Orisha es un código, que es fundamental en nuestro nombre. Debemos aprender a experimentar el nombre. Si no podemos experimentarlo, ¿cómo podremos conocer algo más? El conocimiento sin la vivencia no es de matriz. La consciencia posee espíritu y su nombre es Ori, que es lo que nos permite obtener la vivencia suprema, la vivencia de la concepción consciente.
Debemos constantemente activar la consciencia, por lo que existe la danza de la ascensión para la activación de Ori o la danza Ori. Nuestra vida está llena de símbolos y cada símbolo está dotado de nombre. Igual que cada nombre también es un símbolo.
Materiales adicionales sobre el tema
17 abril 2014
RSS: