Kokopelli
Su imagen está rodeada de misterio y aparece en miles de formas en las zonas sagradas de los Cuatro Ángulos. El sol ardiente de Sonora esconde el verdadero conocimiento de la predestinación de este símbolo, pero el sonido de su flauta hasta hoy en día se puede oír en los cañones y los portales de los lugares sagrados. Su magia es majestuosa y al mismo tiempo trágica. Él apareció en el momento cuando el tiempo llevó la muerte a la Tierra. Entonces, igual que hoy en día, intentaba despertar las vibraciones supremas que las tribus místicas Hohokam y Anasazi habían llevado algún día a estos lugares.
La melodía mágica de la flauta es la canción de Aztlán, que guarda el conocimiento de los secretos del Fuego Bueno. Kokopelli mantenía los vínculos con las vibraciones supremas del Universo. Su conocimiento es el conocimiento acerca de cómo alcanzar las vibraciones supremas, como él mismo dice, o mejor dicho, suena, “de lo divino”.
Kokopelli es el símbolo de la lucha contra aquello que nos destruye a nosotros y a nuestra vida. Es el símbolo de la lucha contra la muerte, la señal despertante de la vida. Se esconde en las gritas y en los lugares secretos donde lo buscan hasta hoy en día las tribus Navajo, le invocan los zuñi y se comunican con él los Hopi a través del plano astral. La vida del indígena norteamericano de los Cuatro Ángulos, desde hace ya mucho tiempo se convirtió en una búsqueda de Kokopelli. Esta búsqueda llegó a ser camino hacia la Verdad.
Sientan el futuro que está en este camino. Kokopelli se materializaba de los glifos sagrados de los Anasazi, creció en las rocas de los cañones. Es el símbolo de la materialización del proceso de cristalización, el símbolo de la transición de lo temporal a lo intemporal, símbolo de la transformación del árbol en cristal: kokopilau (en hopi). Kokopelli comenzó a personificar la fertilidad, la música, la danza, pero al mismo tiempo se convirtió en símbolo de la muerte.
Kokopelli también es un buen narrador. Sus historias o historias acerca de él, datan de hace alrededor de 3000 años de antigüedad. Existen muchos mitos y leyendas relacionados con Kokopelli, pero el hecho más importante es que, yendo de lugar a lugar, recuerda con su música sagrada a que es necesario expresar constantemente en sí las fuerzas superiores, de lo contrario se pierda la comprensión de por qué estamos aquí. Y lo principal, se pierde el torbellino de las sintonizaciones que simbolizan la transición a otros mundos de existencia, diferentes. Incluso hoy en día, llama a nuestras puertas, sin considerar el hecho de que la gente ha perdido la verdadera conexión con él y sólo en algunas reservas indígenas se han conservado estos conocimientos.
Kokopelli es la fuente de respiración, la fuente de la verdadera música. La música que proviene de las capas tonales más altas (koko), según la enseñanza de los zuñi. También le perciben como maná celestial (Kokopelli-maná).
Kokopelli-maná es una sustancia mineral a la que empezaron a extraer mediante la música tocada en lugares sagrados de los Cuatro Ángulos y a continuación, se difundió por otros lugares indígenas sagrados. La esencia cristalina de Kokopelli es la cosa más sagrada e importante que hoy en día debemos saber para él. Nos enseña cómo alimentarnos del maná mineral y cómo atraerla del Cielo. Para hacer esto, por supuesto, se necesita una flauta sagrada, pero lo más importante es que nos dejó conocimientos profundos acerca de la transformación, a los que en la actualidad hallamos en los dibujos de la cerámica de Hohokam, pincelados diez siglos atrás. Precisamente los Hohokam nos dejaron los conocimientos acerca del perfeccionamiento y representaron a Kokopelli como el maestro de estos conocimientos.
Kokopelli es el símbolo sagrado de los Cuatro Ángulos, o los cuatro V. Su pierna trasera es la continuación de la línea de su espalda, su cresta es la antena, o vibrador, que le conecta con el mundo celestial, también se comprende como el rayo de la verdadera luz. A veces le representan con un falo que es el símbolo de su fuerza reproductor, o la fuerza de la transformación y la generación. Es difícil explorar estas tareas, dado que es bastante místico para nosotros en la actualidad, pero esto no disminuye su importancia, sino que incluso al revés, la complementa.
Éste es el símbolo más intrigante y difundido de los indígenas no sólo al suroeste de América del Norte, sino que probablemente entre todas las tribus indígenas. Este fenómeno tiene muchas explicaciones, pero una de ellas es que el símbolo de Kokopelli trabaja hasta hoy en día, dando cualidades mágicas a la gente, alegrándola y contribuyendo a la abundancia. Los Anasazi, que fueron los primeros después de los Hohokam, que pretendieron tener conexión con Kokopelli, usaron sus conocimientos para la construcción del Templo Astral y para la cristalización del maná mineral en turquesa.
En el pueblo Oraibi de los Hopi, Kokopelli guarda sus atributos y semillas sagrados. Es donde se guardan también los conocimientos acerca de la magia de su flauta.
La gira “Toro Sentado”.
05 mayo 2014