Tatuaje cristalino con Piedra de Luna

El Tatuaje cristalino es método específico de cambiar el estado vibratorio. El trabajo con tal tipo de tatuaje se construye según las tareas, donde el elemento básico es la Piedra de Luna, que indica el flujo vibratorio principal en nuestro cuerpo. Por eso, independientemente de la piedra que usemos, debemos empezar precisamente con la Piedra de Luna (el Tatuaje interno).

La Piedra de Luna representa la naturaleza del Segundo Campo Integral, espacio donde se forma la naturaleza de la muerte, por los que es necesario oponerla a los procesos de destrucción.

Las zonas de aplicación del Tatuaje cristalino o la cinta atlética (El Tape) se dividen según el principio energético:

zona básica: tobillo;
zona generadora: caderas;
zona de alta vibración: pubis.

En esto, generalmente, se apoya toda la evolución básica de la energía (volumen/espacio/tiempo) y su transición a frecuencias más altas de existencia.

Tatuaje interno

El Tatuaje interno es método único de cambiar la tensión en nuestro cuerpo, cuando se implica la toma de esencia cristalina de la Piedra de Luna. Según la tarea de la penetración de la red cristalina, el proceso dura de dos horas hasta siete días.

El Tatuaje interno puede ser considerado tanto como acción independiente, como también en forma de elemento de preparación para el Tatuaje táctil y el Tatuaje de IMPLANTACIÓN.

Tatuaje táctil

El Tatuaje táctil es tatuaje temporal para el que se usa mezcla cristalina especialmente elaborada de Piedra de Luna y tres resonadores, que activan esta mezcla. Se aplica a través de grabación (Taping).

Tatuaje de implantación

El Tatuaje de implantación es el nivel más alto de Tatuaje cristalino, donde se cambia toda la matriz energética de la persona. Este tipo de tatuaje se debe abordar al haber aprendido los primeros dos, para que la terapia de frecuencia cambie suavemente la naturaleza de la persona.

Al principio, es de suma importancia comprender el flujo de sensaciones y recién después pasar al flujo de las vivencias, como está representado en la medicina taoísta por los conceptos “Chu” y “Shu”.