Tomar a sí mismo tal como es
Entender que uno es como es, es una realidad que determina el desarrollo de la forma que nosotros manifestamos.
Si vamos a ver la vida como sobre un proceso, entonces nuestra esencia de nacimiento no tiene importancia. Esa esencia principal no puede ser ni buena, ni mala. Si empezamos a flotar en el proceso de la existencia llamado “la vida”, entonces debemos estar satisfechos por lo que ya tenemos. Y esto que tenemos debe desarrollarse en el proceso de la existencia. Más imperfectos e incompletos somos, más posibilidades tenemos para el desarrollo.
Pero si la naturaleza nos dio todo, entonces en muchos casos vamos solamente a disfrutar y quedar contentos. Y el disfrute no es la vida, es solo permanecer. En este estado de permanecer la fuerza de nuestra conciencia no puede ser más fuerte que nuestra energía y nuestro cuerpo. Eso significa que por más buenos que seamos siempre vamos a ser estúpidos a referencia de nuestra esencia. Si, podemos parecer más inteligentes y perfectos a referencia de quienes nos rodean, pero vamos a quedarnos estúpidos a referencia de nosotros mismos.
Cuando somos incompletos, imperfectos y cuando entendemos esto y lo más importante, lo aceptamos, entonces nos volvemos más inteligentes que nuestra esencia principal y eso significa que podemos comenzar el proceso del desarrollo. Lo más importante es no apoyarse sobre aquellos quienes son estúpidos hacia sí mismos. No importa que tal persona parezca más “inteligente” a referencia de aquellos quienes tienen su esencia principal más débil que su fuerza energética o física.
Si nos aceptamos a nosotros mismos como somos, encendemos el proceso del desarrollo. Si no nos aceptamos a nosotros mismos, sin dependencia de nuestra esencia principal, encendemos el proceso de la destrucción.
31 julio 2010
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