El apoyo de la existencia
Nuestro cuerpo se apoya en el Cuerpo de la tierra, mientras que nuestra energía se comunica con el espectro de las energías macrocósmicas. El cerebro se apoya en la conciencia y la conciencia en las funciones del cerebro (mejor dicho, en la capacidad de generar, y lo más importante, procesar las conexiones neuronales).
De hecho, se trata de la capacidad del cerebro de autorrealización. El Cuerpo del cerebro es un material de construcción, una fuente de nutrición, pero de ninguna manera un apoyo, dado que el pie, el estómago y la cabeza, reproducen diferentes células. Y es un apoyo falso cuando una persona depende de algo externo sin dominar la contemplación interna y el esfuerzo correspondiente.
Sin embargo, incluso lo dicho no puede ser percibido por aquellos que no han desarrollado un apoyo consciente en determinados procesos de vivencia asociados con la actividad cerebral. Y si el ritmo de vida y la naturaleza de las adicciones ayer sugirieron al menos un apoyo temporal, pues hoy en día ya no es así. Y la conciencia desenfocada (lo que significa que ésta no le pertenece al hombre) perdió su apoyo.
La gente se ha desacostumbrado a influir conscientemente en sí misma, buscando obtener esta influencia desde afuera. Al no saber influir en nosotros mismos, ni siquiera podemos indicarnos una dirección. En consecuencia, desarrollamos la necesidad de que nos influyan desde el exterior. Al no operar con los pensamientos, somos incapaces de escucharnos y sustituimos la necesidad interior natural de depender de nosotros mismos por la dependencia externa. Pero en las condiciones en las cuales no somos capaces de escuchar, tampoco podremos operar con lo audible.
Hoy en día, cuando la humanidad está en la etapa de perder su cuerpo debido a la incapacidad o al no saber cómo controlarlo, está avanzando hacia la etapa de perder también sus pensamientos. La incapacidad de desarrollar y expresar pensamientos es un flagelo de la sociedad moderna en la que incluso la educación tiene como objetivo solo enseñar a la persona a usar lo que está disponible en vez de enseñar a conocerlo, lo que altera las habilidades motoras y el ritmo de creación del pensamiento.
El hombre pierde el proceso mismo de formación y desarrollo en las cualidades humanas y en estas condiciones no es tan importante quién es y cómo es, especialmente permaneciendo en un estado de incapacidad siquiera de plantearse esta cuestión. Pero si estamos hablando de algún tipo de apoyo para la existencia en forma humana, entonces nuestro cadáver ya no nos ayudará, puesto que pierde la capacidad de mantenernos en estado de reptil. El cuerpo físico de una persona ya está siendo devorado por virus y microbios durante la vida, dado que su proteína se ha vuelto más fuerte que la proteína, por así decirlo, de la misma supuesta persona.
¿Por qué supuesta? Porque la incapacidad de producir células más perfectas que podemos crear a través de nuestro cerebro ha limitado las capacidades de nuestra conciencia. Habiendo separado primero el funcionamiento de nuestro cerebro del cuerpo y luego de la conciencia, nos convertimos en personas sin dirección, sin posición y, lo más importante, sin experimentar los procesos de creación de pensamientos. De esa manera, nuestra desdichada conciencia puede ser controlada por quien quiera (o por lo que quiera). Y hace mucho que esta pregunta ha dejado de ser actual, pero si alguien más está pensando en algún tipo de apoyo y estabilidad, entonces debe tenerla en cuenta. Este apoyo no vendrá del exterior, independientemente de los muros y condiciones externas que nos rodeemos.
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24 septiembre 2020