Una pastilla de conciencia
En nuestros días, llama la atención el gran número de medicamentos y recetas ofreciendo retardar el proceso del envejecimiento, que en sí mismo es una vivencia natural del envejecimiento y la muerte del cuerpo, que afecta al cerebro. Pero la única forma real de frenarlo es la preservación del cerebro y esto se puede lograr sólo a través del desarrollo. Por lo tanto, la primera y principal tarea está establecida en la mente y la conciencia.
Por su propia naturaleza la célula humana puede ser inmortal, si hay algo que no sólo la apoya, sino también la controla. Esto está científicamente aprobado por los científicos americanos en el ejemplo de las células madre. La cuestión no consiste en la posibilidad de división de las células y no en generarse a sí mismas, si la consciencia no tiene control sobre el proceso. La tarea es vincular este proceso con el cerebro, que es el gobernador principal de todo el cuerpo humano.
La célula controlada recibe, por así decirlo un eje, lo que significa que se vuelve capaz de dividirse y ser ajustable. El mismo eje que está construyendo quien practica, pero en relación con toda su energía. Esto significa que la actividad de nuestra energía debe de presentarse en relación a algo y no de una manera casual.
Y lo primero que tenemos que reconocer es el envejecimiento del cerebro, que se produce en la ausencia de sincronización de los hemisferios derecho e izquierdo. Si el cerebro está envejeciendo, la persona comienza simplemente a desaparecer por su naturaleza. Las preguntas sobre el cerebro y la mente deben ser algo primordial en la sociedad moderna, esta es la razón por la que planteo este tema para mi mismo y para las personas que me rodean.
20 mayo 2010