Pensar con diseños y figuras
Cada pensamiento es una forma, cada acción es un diseño. Para llegar al entendimiento de estas cosas, para que no sean solo un conjunto vacío de letras, hay que deshacerse del intelecto perezoso. ¿Y qué es el intelecto perezoso? Esto es cuando estamos llenos con información pero no tenemos ningún esfuerzo para manejarla. Hoy, cuando la forma de la conciencia es perversa en la mayoría, la conciencia no puede recopilar, desmontar y dirigir, y no puede ser constructiva. ¡Para la conciencia sin forma cualquier tarea es compleja, y además hay que entender la tarea, mantenerla y llevarla a cabo con el tiempo!
La conciencia no debe depender de curvas y tangentes. Este ya es el movimiento dentro de la forma. La conciencia debe entender los ejes que componen las diversas formas. Además, debe realmente percibir físicamente a los ejes, tanto dentro de nuestro cuerpo, como desde el exterior. Nuestra conciencia no debe vivir en la indeterminación, y yo diría incluso más: no debe vivir en la fe. La fe es el estado de crecimiento temporalmente válido. Crea las condiciones para el aprendizaje, pero no debe convertirse en el apoyo.
El apoyo debería ser formado por la realidad, por la comprensión de la propia naturaleza. Por ejemplo, la naturaleza de la honestidad. Una persona no puede ser honesta si no trabaja con esta calidad. Después de todo, el ser humano necesita la honestidad para sí mismo, en primer lugar. Cuando una persona se da cuenta de la forma y la geometría de la honestidad, inmediatamente dejará de mentirse a sí mismo y a otros, porque verá la destrucción que conlleva para su energía y su cuerpo físico cuando viola cualquier forma de su existencia. No hay que animar a la gente a ser honestos, hay que enseñar a la gente a ser honestos. Porque la honestidad es un estado especial de energía en el cuerpo humano y un llenado especial de la forma.
Una persona deshonesta es una persona con la forma rota, que comienza a oprimir la conciencia. Todo tiene su geometría y es importante entenderla, pero primero es necesario comprender la proporción. Únicamente aquel que conoció la proporción puede pensar no sólo con las formas, sino también mejorar las formas.
24 marzo 2011
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