Las relaciones sexuales son una condición de la existencia determinada por la división de la humanidad en dos sexos. Para una persona normal sería natural tomar este tema con tranquilidad. Pero no todo es tan fácil.
El estado sexual es una excitación que no necesariamente debe implicar sexo. La excitación puede ser causada por cualquier cosa: desde un sueño (durante lo cual una persona es capaz de excitarse) hasta por la lectura de determinados textos.
Resulta que esto es el resultado de una serie de condiciones fisiológicas, psicológicas y mentales, donde el 70% de las verdaderas causas de la excitación queda en segundo plano, que no es entendido por los seres humanos, y una de estas causas (basada en la mayoría de los casos en respuestas reactivas) se convierte en dominante. La atracción sexual se convierte en un conjunto de reacciones relacionadas con la excitación y la dependencia del trabajo de los genitales.
Como la base de este proceso es la condición de la reproducción, entonces la comprensión de esa cuestión está relacionada más con el concepto de la familia que con el concepto de la educación. Todo esto lleva a este proceso a un entorno donde permanentemente crece una dependencia de la excitación, debido a la creciente dependencia relacionada con las experiencias que no se desarrollan de ninguna otra manera en los seres humanos Como resultado, la dependencia de la experiencia sexual se convierte en dominante y se vuelve difícil de manejar.
Por eso las relaciones sexuales llegan a ser la fuente principal donde se quema la energía y donde, a cambio, el ser humano obtiene experiencias sutiles incontrolables (orgasmos), inhibiendo la voluntad humana. La cuestión es que se suprime la atención, la concentración, y se genera dependencia de la energía no controlada y lo que es más importante es la pérdida de energía que es algo que ocupa un lugar importante como tema en todas las enseñanzas serias, que por un lado tratan de desviar a la persona de la dependencia y por otro lado tomar estos factores bajo control en el desarrollo.
Ambos tienen sus ventajas y desventajas (por ejemplo, la diferencia en la circulación energética en el útero de una mujer o en el pene del hombre). Por lo tanto, las artes como el Kama Sutra en la tradición hindú o el Arte de la Alcoba en la tradición taoísta, formaron un conocimiento cuyo objetivo fue el de reemplazar las relaciones sexuales caóticas que conducían a la pérdida de energía, por una transformación controlada de energía, donde el objetivo principal pasó a ser el de alimentar el espíritu y no el espíritu de la carne.
Hoy hablando de sexo, deberíamos dividirlo en los siguientes aspectos:
Los invito a enviar preguntas sobre el tema.
Sólo usuarios registrados pueden postear preguntas. Iniciar sesión.
Para registrarse click aquí..