V. Sistema linfático
Después del sistema circulatorio, el sistema linfático es la segunda unidad que determina las cualidades de nuestro cuerpo. Pero a diferencia del sistema sanguíneo que es el que llena nuestro cuerpo, la linfa juega el papel de elemento limpiador. Y si durante el primer período de nuestra vida — cuando la energía se desarrolla, nuestro cuerpo crece y se forma —dependemos más de las propiedades de nuestra sangre, en la segunda parte, se pone en primer plano precisamente el sistema linfático.
En la medicina taoísta estos dos sistemas determinan el concepto de la energía Yin-Qi (linfa) e Yang-Qi (sangre). De esta manera, la medicina taoísta considera todos los procesos en nuestro cuerpo a través del prisma del funcionamiento de la sangre o la linfa. Por ejemplo, la detención de estos líquidos puede ser fatal para cualquier sistema de nuestro cuerpo, cualquier órgano. Precisamente esta detención es la causa de la formación de neoplasia y, de hecho, crean problemas que luego llamamos enfermedades.
No obstante, la naturaleza de la linfa y la sangre es compleja también en el nivel genético que pone diferentes límites de la vida de estos sistemas. Según la medicina taoísta y Ayurveda, cada ser humano tiene su código de vida. Éste tiene parámetros físicos del tiempo, o sea cuánto se nos da. Estos conocimientos, de hecho, empujaron a la gente dedicarse al cambio de sus propiedades y condición, para "engañar" el código del tiempo inherente a nosotros. Para qué y por qué —aquí tenemos un montón de razones. Por ejemplo, para obtener un cuerpo más perfecto.
Sin embargo, debe quedar bien claro que incluso al sustituir el código (lo que no es tan fácil, pero es posible), ponemos todo nuestro sistema en otro sistema de coordenadas diferente, donde los cambios más grandes y las cargas relacionadas con ellos, caen en la sangre y los huesos. El mantenimiento de estos sistemas es muy importante, dado que necesitan un apoyo.
Por lo tanto, la linfa puede pasar por dos períodos importantes en su vida: el primer está relacionado con la mayor actividad de la sangre (hasta los 32-40 años) y el segundo, hasta el final de la vida. Aquí además podemos añadir también tercer período si hemos cambiado el código de nuestro destino.
¿En qué consiste la esencia y la importancia de este sistema?
El sistema linfático es un sistema muy importante del cuerpo que determina la inmunidad del ser humano. Si queremos realmente fortalecer la inmunidad, es necesario empezar con el sistema linfático.
El sistema linfático depende del estado interno del organismo y en consecuencia se divide en distintos esquemas funcionales. El sistema se regula por los vasos linfáticos y nudos que recogen el exceso de energía (un tipo de energía que está encargada del desarrollo fisiológico de la persona; pequeñas cantidades de esta energía se transforman por el cerebro y lo nutren).
Si la linfa capta más energía rústica o energía que no corresponde con la persona, se produce una inflamación que puede transportar energía innecesaria en el cuerpo, dañando diferentes partes de él.
Las zonas principales para mejorar el sistema linfático son:
- Externa – hueco poplíteo, codos, axilas, vasos linfáticos y los nodos del cuello y de la ingle que eliminan la energía de mala calidad e impiden su penetración en el tejido muscular y la sangre;
- Interna – orientada a la respiración y linfas relacionadas con los pulmones, bronquios y alimentación, la linfa del estómago, del intestino delgado y grueso; lleva la energía de los alimentos al cerebro. Para entender y trabajar con este sistema es importante comprender el trabajo del intestino grueso y los pulmones.
La localización de la linfa está relacionada con diferentes tejidos conectivos y en esto consiste tanto su gran importancia, como también peligro, puesto que a través de ella pasa la energía peligrosa que puede ir a los huesos, a la médula ósea y crear amenaza de daños. Ante todo, empieza a sufrir el sistema inmunitario y los primeros indicadores aquí son los problemas relacionados con este sistema, dolores en cóccix, la cintura y la parte baja de la columna vertebral (como forma de profiláctica, es muy recomendable el uso del Bálsamo 300).
Puede conocer el material completo en nuestro Blog “Sistema linfático” y en el libro “La Perfecta”.